Sintomatología parecida, pero con características propias hacen diferentes a enfermedades como la viruela del mono, varicela y el síndrome de manos, pies y boca.

Fernando Sacoto, director de la maestría de Salud Pública (MSP) de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), explicó que el síndrome es propiamente de los niños, así como la varicela que se produce por un contacto cercano.

Esto es frecuente en los niños y generalmente el desarrollo de la enfermedad es mucho más benigno, añadió.

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Fotografía de archivo de un paciente que es atendido tras ser diagnosticado con la viruela del mono, en el hospital Cayatano Heredia, en Lima (Perú). EFE/ Paolo Aguilar Foto: Paolo Aguilar

El síndrome de manos, pies y boca es una infección viral que normalmente ocurre con mayor frecuencia en menores de 10 años, que no deja secuelas ni tampoco representa peligro y que ingresa al organismo por la boca. Causa máculas alrededor de los labios, de las manos y en los pies, y por eso se lo conoce así, según médicos.

La sintomatología de la viruela del mono es más amplia y va acompañada de fiebre, dolor de cabeza, crecimiento de los ganglios del cuello, axila, y el aparecimiento de lesiones, que se inicia con una especie de mancha plana, que luego crece a lo que se llama una pápula, después una especie de bomba llena de líquido que termina en una costra.

Agregó que es semejante a la varicela por lo que el diagnóstico -en ciertos casos- solo puede hacerse por laboratorio y no clínicamente. En algunos grupos de riesgo las complicaciones podrían ser mayores.

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Gabriela Zambrano, especialista en medicina interna con maestría en Enfermedades Infecciosas, cree que es clave el periodo de incubación porque podría parecerse a cualquier virus -en un inicio-, porque la sintomatología será de fiebre, malestar, debilidad. Luego podrían aparecer lesiones en la piel dependiendo del área de contagio.

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Una enfermera atiende a una paciente en un hospital en San Lorenzo (Paraguay), en una fotografía de archivo. EFE/Nathalia Aguilar Foto: Nathalia Aguilar

Acerca del tamaño de los granos, indicó que son más grandes que una varicela o una viruela habitual, en tanto que el síndrome de manos, pies y boca se llama así debido a que se presenta en la boca, en la palma de las manos, en la planta de los pies.

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Agregó que hay un periodo asintomático de incubación de 3 a 21 días, luego es similar a un cuadro gripal y las lesiones cutáneas que se hacen costras suelen aparecer en el tórax, espalda, cara, mucosas o zona genital.

Los síntomas de la viruela del mono se presentan en dos fases, explicó el médico Esteban Ortiz. Primero, con fiebre, dolor de cabeza, fatiga y ganglios inflamados. Luego aparece la fase de erupción, en la que las lesiones de la piel evolucionan de máculas a costras en un proceso que dura entre dos y cuatro semanas.

La mayoría de los casos son leves, pero algunas personas pueden tener complicaciones graves. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y pruebas de PCR.

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Una persona es vacunada en Lima (Perú), en una fotografía de archivo. EFE/Paolo Aguilar Foto: Paolo Aguilar

La recomendación de Sacoto es para el sistema de salud dado que hay una situación de notificación por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Señaló que hay que estar atentos por un brote que puede propagarse entre países, y de hecho, añadió que en 2022 y 2023 hubo unos 100.000 casos en el mundo en alrededor de 20 naciones.

Según el galeno, se debe hacer un diagnóstico confirmado por laboratorio y tomar contacto con casos positivos e impedir que haya propagación.

Además hay que tener vacunas para aplicar a contactos directos, grupos de mayor riesgo, pues parece ser que la transmisión sexual es una vía así como con objetos contaminados o a veces por animales.

A criterio de Zambrano, se debe desarrollar una estrategia por si llegara la nueva cepa de la viruela del mono. Mencionó que se necesita un plan de cómo reconocer el virus por parte del personal médico, así como adquirir una vacuna e inmunizar a grupos de riesgo.

Adicionalmente, si hay sospecha acudir al médico de confianza. (I)