Ramiro Albán, artista digital ecuatoriano, está transformando el panorama en Ecuador con sus innovadoras creaciones que combinan arte tradicional y tecnología moderna. Especializado en retratos de animales, Albán no solo captura la apariencia de estos, sino también su energía y esencia.
El artista nació en Latacunga, donde cursó sus estudios hasta el colegio. Posteriormente, se trasladó a Quito para estudiar en el Instituto Metropolitano de Diseño, conocido como la Metro. Aunque su deseo era estudiar arte, las circunstancias lo llevaron a especializarse en diseño gráfico.
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Su pasión por el arte lo llevó a continuar su formación en Argentina, donde asistió a la Escuela de Creativos y participó en diversos talleres de aerografía, creación de personajes 2D y animación clásica.
Con una trayectoria de más de 20 años, su extensa formación le ha permitido desarrollar un estilo único y multifacético.
Albán vive en Quito con su esposa, con quien lleva catorce años de matrimonio, y sus tres hijos: Matías (14), Benjamín (11) y Olivia (7).
Desde joven ha compartido su vida con su pareja. Su hijo mayor, Matías, ha heredado su talento artístico y ya muestra una habilidad excepcional para el dibujo.
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El arte de Albán es una fusión de estilos punk, urbano y pop. Sus obras se caracterizan por una vibrante paleta de colores y una integración de elementos de la naturaleza, la tecnología y el entorno social.
Él no limita su arte a los lienzos tradicionales; su creatividad se extiende a una variedad de productos, incluyendo ropa, zapatos, café y chocolates. Como lo describió, su arte puede ser reproducido en cualquier elemento.
Innovación con realidad aumentada
Hace más de una década, Albán comenzó a explorar la realidad aumentada, un concepto que inicialmente fue recibido con escepticismo en Ecuador. Su visión de transformar el arte digital en una experiencia interactiva ha evolucionado, permitiendo que sus obras cobren vida a través de dispositivos móviles.
Esta interactividad ha añadido una dimensión única a su trabajo, mezclando ciencia y arte para crear piezas que se mueven y cambian con la interacción del espectador.
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Aunque el arte digital es ampliamente aceptado en países como Estados Unidos y Europa, en Ecuador aún está ganando terreno. Albán ha sido fundamental en educar al público ecuatoriano sobre esta forma de expresión artística.
“El tema de la realidad aumentada yo lo venía haciendo ya hace más de diez años. Yo presenté acá el tema de la realidad aumentada hace diez años, pero realmente me dijeron, vaya nomás, no nos interesa”, expresó.
Desde sus días de estudiante, Albán ha incursionado en la moda, diseñando ropa exclusiva. Su línea de camisetas y hoodies incorpora su arte con elementos característico de su estilo, que también permiten realidad aumentada.
Uno de los aspectos más destacados del trabajo de Albán es su capacidad para sanar a través del arte. Una de sus anécdotas más conmovedoras involucra a un niño en California que estaba sufriendo la pérdida de su perrita.
Albán creó un cuadro especial que capturaba la energía y esencia del animal, proporcionando al niño una forma de conectarse y sanar.
Este cuadro, que incluye una textura especial similar a la de un perro, permite al niño tocar y “acariciar” a su mascota perdida, demostrando el poder del arte para curar heridas emocionales.
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“Es un arte que se vuelve sanador, aparte que es divertido, que te relaja o que te invita a hacer algo más loco, también te sirve para sanar, es lindísimo, eso es lo bacán del arte”, agregó.
Las creaciones del artista latacungueño no se encuentran en una tienda física actualmente, para conocer sus obras y comprar prendas pueden ingresar a su página web www.ramiroalban.com, donde se puede acceder a todas sus redes sociales y productos. (I)
