TULCÁN

El concurso Mi Ensalada Saludable no solo unió a los actores de la educación en Carchi, sino que puso a investigar y reconquistar las recetas saludables de las abuelas que utilizaban especias y frutos de cada sector.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), que ha logrado insertarse en la alimentación escolar de Montúfar, organizó un encuentro que puso en la mesa las mezcolanzas originarias que han sido parte de la nutrición de varias generaciones.

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La Unidad Educativa Piartal, ubicada en la parroquia del mismo nombre en Montúfar, en la provincia de Carchi, logró llevarse el primer lugar de entre 49 planteles educativos del proyecto Almuerzo Escolar; estos fueron parte de la inédita convocatoria que se realizó en el coliseo 19 de Noviembre de Tulcán con la presencia de barras estudiantiles.

El guacamullo, verdura estrella de las huertas de San Pedro Alto, emplatado junto con una jarra de jugo de quinoa con remolacha fue el plato triunfador del concurso. Foto: Ricardo Cabezas

La ensalada de guacamullo fue la triunfadora. Tiene como verdura estrella al guacamullo, que es cultivado en las huertas de San Pedro Alto, en la parroquia de Piartal. Este vegetal es mezclado con sangre de borrego, papa amarilla o chaucha y acompañado con tostado, tres variedades de ají y un refrescante vaso de quinua con remolacha.

Un platillo que no es común y no se lo encuentra en los restaurantes ni se lo degusta en otros lugares, altamente nutritivo y saludable, que muestra que en Piartal, pequeña parroquia enclavada en la parte oriental del cantón Montúfar, existieron buenos hábitos alimentarios.

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Los parámetros que se tomaron en cuenta fueron el origen ancestral de los platos, emplatado, presentación del estand, exposición, saludabilidad y el respaldo de las barras presentes.

Aníbal Muñoz, rector del establecimiento ganador, dijo que se trata de una receta ancestral que fue rescatada y visibilizada en este certamen provincial.

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Al evento fueron invitados pequeños agricultores locales, que surten de producción agrícola limpia y sana al proyecto de alimentación escolar. Esta ensalada, de nombre curioso pero con un exquisito sabor, en el próximo periodo escolar estará en el menú y en la dieta de los beneficiarios del PMA en el país.

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María Rosero, agricultora y madre de familia, sostiene que estas composiciones alimenticias son ricas y saludables, y no se comparan con las comidas artificiales que son elaboradas con ingredientes procesados en la ciudad. “Son recetas para la vida, que incluyen hojas silvestres, como el guacamullo, el berro o el yuyo nabo”.

El almuerzo escolar nació en Montúfar, en la provincia del Carchi

En la Unidad Educativa Piartal estudiaban, hasta hace una semana, 215 estudiantes, que en este momento disfrutan de sus vacaciones. La minoría vive en la cabecera parroquial, mientras que el mayor número en comunidades rurales localizadas a 5 y 8 km.

Los pequeños deben madrugar a las 05:00 y caminar esos largos trayectos. Llegan al establecimiento sin desayunar, dice la profesora Paolita, como la conoce el estudiantado, debido a que los padres de los niños y niñas salen minutos antes a labrar la tierra, que es el sustento económico de sus hogares.

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Frente a esta realidad, el almuerzo escolar es una alternativa alimentaria. Aníbal Muñoz, rector del plantel, comenta que el convenio con el PMA y la Municipalidad permite que los chicos accedan a un almuerzo a las 09:45, de lunes a viernes, durante el periodo escolar.

La autoridad señala que el rendimiento de los alumnos ha mejorado. “Con la barriga llena y alimentación sana los chicos pueden concentrarse”, agrega.

El proyecto que es empujado por la Municipalidad y el PMA es inclusivo, permite que una asociación de pequeños agricultores del lugar sea la que abastezca de los frutos que producen en sus huertos la elaboración de las comidas a cambio de precios favorables.

Las hortalizas, verduras, frutas, entre otras cosechas, son orgánicas, garantizando así la dieta de los educandos. Mensualmente, los padres de familia se reúnen para evaluar el proyecto y designar a las madres cocineras encargadas de cocer los alimentos.

Cada mes, tres madres de familia alternan en la cocina, garantizando la elaboración del almuerzo escolar. Ellas reciben un pequeño incentivo económico, que es pagado por los padres de familia. Foto: Ricardo Cabezas

La sopa de verduras, los cevichochos, la ensalada de guacamullo, entre otros platillos, son los preferidos por los pequeños comensales, que degustan los jugos sin azúcar, pero endulzados con remolacha o frutas.

En este, como en 48 planteles educativos más de Carchi, no existen bares escolares, que a decir de las autoridades venden comida conocida como “chatarra”. Esta iniciativa nació en el cantón Montúfar, en la administración del exalcalde Juan Acosta, en el 2018.

Las subsiguientes administraciones municipales han continuado con este proyecto que, desde 2022, cuenta con el respaldo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que benefició en sus inicios a 700 niños de este cantón (Montúfar).

Esta iniciativa fue ampliada a nivel nacional. Para el 2024 la aspiración fue pasar de 13.000 a más de 20.000 hasta el final de año, en 17 Gobiernos locales a nivel nacional. El objetivo, explicó Matteo Perrone, representante del PMA en Ecuador, es dar una comida sana y saludable que incluya alimentos frescos. (I)