Carmen estaba observando la programación regular de TC Televisión cuando se sorprendió de ver a hombres armados en la pantalla. Irrumpieron en el set de noticias, reunieron a los empleados en el centro, los amenazaron con armas... Todo eso se proyectaba en la señal abierta del canal.
Ella casi se quedó paralizada por lo que estaba viendo. Una similar angustia y terror invadió pasadas las 14:00 de este martes, 9 de enero, cuando miles de ecuatorianos asistieron a una transmisión en vivo de una incursión armada.
Ese acto despiadado, que el Gobierno califica de terrorismo, arrancó cuando sujetos armados entraron por uno de los accesos laterales del canal y llegaron hasta un estudio para salir en cámaras.
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Solo minutos antes de que la gente viera lo que ocurría en pantalla, empleados de TC Televisión comenzaron a enviar mensajes desesperantes a través de chats. Alertaban del ingreso de hombres armados, pedían ayuda y presencia policial.
En el interior, periodistas estaban en el set para una de las emisiones del noticiario. Un comunicador narró que compartían la jornada habitual con una compañera para transmitir las noticias, cuando a las 14:10 escucharon una especie de pelea en los exteriores del estudio.
Un productor les comunicó de la incursión a la fuerza de sujetos armados. Todo fue rápido. Luego vino lo que la gente vio en pantallas. Fueron minutos de tensión con una música tétrica que se escuchaba con la proyección.
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La Policía tuvo una alerta del ECU911 a las 14:30 e inmediatamente se dio la movilización de unos 120 efectivos del eje preventivo, investigativo y unidades tácticas.
En los alrededores se formó un cerco especial con personal preventivo y de inteligencia. Se cerraron al paso vehicular y peatonal las calles aledañas, como la av. Joaquín Orrantia y av. de las Américas.
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Para ese momento, la ciudad, el país entraba en una tensión inédita. Cientos de familias se llamaban por teléfono para compartir lo que estaba ocurriendo en la estación televisiva. El asunto se replicaba en las calles, al igual que una serie de rumores.
En universidades y planteles comenzó a correr la preocupación, la angustia. En cinco hospitales hubo alerta de incidentes.
Las calles comenzaron a congestionarse por padres que iban a colegios a recoger a sus hijos. El mundo se enteraba de lo que ocurría en Ecuador a través de los primeros reportes que emitían las agencias y portales web de la región.
Grupos tácticos de la Policía llegaron al canal. Unas 35 personas entraron para tratar de retomar el control en el medio televisivo, explicó el jefe policial de la Zona 8, Víctor Herrera.
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Inicialmente, en el ingreso al canal, con los antisociales se dio un plan de verbalización para que se entreguen a las autoridades. Luego de una negociación, los implicados depusieron las armas. Inicialmente se anunció la captura de trece sujetos, un venezolano y dos menores.
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“Lo fundamental aquí es lograr disuadir y lograr que se entreguen de manera pacífica; si hubiera sido todo lo contrario, hubiésemos tenido explosivos detonados y armas de fuego, y hablaríamos de otro escenario”, dijo el general Herrera, quien formó parte del plan de rescate.
El oficial señaló que dentro de los protocolos se emplean tres fases, inicialmente verbalización con los delincuentes, luego disuadir para que depongan las armas y en caso de oposición se llega al uso de armas.
“Hay que entender que en un procedimiento de negociación y rehenes primero es la verbalización, disuadir para que depongan las armas y el último recurso es usar las armas”, dijo.
En la parte final del operativo se logró el rescate y evacuación de unos 40 a 45 trabajadores del medio. Solo en el set principal hubo la puesta a buen recaudo de ocho personas.
En el secuestro, los antisociales realizaron entre seis y siete detonaciones. Únicamente un camarógrafo resultó con una herida de bala en una pierna, mientras otro trabajador tuvo una fractura en un brazo, se conoció por parte de comunicadores del medio.
Por ahora, la Policía mantiene detenidas a 18 personas por el atentado en el medio televisivo. Trece fueron capturadas dentro del canal y otras cinco en las cercanías. Se presume que estos son parte del brazo armado de Los Tiguerones.
A ellos la Fiscalía los busca procesar por terrorismo, un delito que puede tener una pena de diez a trece años si es que no hay fallecidos.
“Llegaron con armas de fuego, no podemos hablar de improvisación cuando sabemos qué es lo que iban a hacer, a qué hora iban a entrar y qué es lo que buscaban”, indicó el general de Policía.
La Policía presume que hubo una veintena de participantes, incluyendo otros autores intelectuales.
El presidente Daniel Noboa indicó este miércoles que el ataque en ese canal buscaba enviar un mensaje de doblegar al Estado. “Se logró neutralizar rápido”, indicó.
Que hayan escogido un canal cerca al Cuartel Modelo es una señal de lo que se buscaba.
Herrera dijo que la serie de incidentes ocurridos la tarde del martes en Guayaquil, incluyendo la incursión en el medio, buscaron causar pánico y zozobra entre la sociedad.
Durante la jornada de violencia hubo una serie de incidentes que afectaron a instituciones públicas, como hospitales, unidades policiales, y el medio público, y además un secuestro. En estos hechos hubo catorce homicidios.
Dos casos considerados terroristas se dieron en las cercanías de un centro comercial, donde murieron dos personas que ofrecían seguridad; mientras, en la av. del Bombero resultaron abatidos un servidor municipal y un reconocido músico local.
Además, en la jornada del martes se reportó el secuestro de un hombre y sus dos hijos por parte de sujetos que se vistieron como policías. En este caso hubo la detención de quince personas durante un operativo desarrollado esta madrugada. (I)
