Un llamado a la ciudadanía para que no prenda fuego ni siquiera para hacer un asado o una parrillada al carbón al menos hasta octubre próximo, cuando termina la temporada seca en la región Sierra que empieza a partir de julio de cada año.

Esa es la recomendación de Tarsicio Granizo, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en Ecuador, ante los incendios forestales que van en incremento en las áreas vegetales que rodean a la capital nacional, Quito, y en la región Sierra central.

“Normalmente si hacemos una fogata, ya sea con carbón o leña, y hay viento, este sopla y levanta la ceniza. En esta puede haber una brasita encendida que puede caer 100 o 200 metros más allá y ocasionar un incendio”, asegura.

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¿A qué responden los incendios forestales que se dan en las inmediaciones de Quito?

Entre julio y octubre es la época en la Sierra y siempre ha habido incendios, pero no en la magnitud que estamos viendo ahora. Recordemos que los incendios nunca son naturales o espontáneos. Son accidentales o intencionales, pero son producto de una actividad humana. Hemos visto una serie de incendios debido a que en estos meses de sequía la vegetación es propensa a quemarse. El tema es que estas sequías se hacen cada vez más prolongadas y fuertes, lo que nos deja más vulnerables a la posibilidad de estos incendios. Lo que vimos en Quito en estos días fue una serie de incendios en diferentes partes de los alrededores de la ciudad que ocasionó que nubes de humo lleguen atraídas por los vientos.

¿Estos incendios son provocados?

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Nunca son naturales, eso de que un vidrio hizo el efecto de lupa, eso no ocurre por lo menos en Quito y la Sierra. Lo que sí es que son producto de un accidente, la gente muchas veces aprovecha que está seco el ambiente para quemar la basura, los rastrojos, las ramitas que han estado ahí en el fondo del patio amontonadas. Y muchas veces una chispa o un tizón encendido vuela con los vientos, que son también muy fuertes en esta época del año en la Sierra, y ocasiona estos incendios.

Habría que investigar si hay también incendios provocados intencionalmente, en cuyo caso habría que investigar y sancionar a los infractores.

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¿Qué efectos tienen los incendios en la biodiversidad que rodea a la capital nacional?

Es tremendo porque los animales, algunos pueden huir, los que son más grandes, pero hay centenares de especies que no pueden huir ante un incendio y mueren. El otro efecto es que también el suelo pierde, se vuelve más erosionado, pierde su calidad porque en los incendios, cuando son muy grandes y prolongados, la microfauna del suelo, que es la que elabora los suelos fértiles, también se muere y eso ocasiona también un problema de erosión.

Por último la vegetación, como el eucalipto, que es introducido y se enciende fácilmente ante un incendio, pero vuelve a crecer, otras especies no, se queman y se destruyen.

Los incendios forestales afectan a la región Sierra centro como el ocurrido en Mulaló. Foto: Cortesía

¿Cuáles son las especies locales más afectadas por estos incendios?

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Todas las que son parte de la vegetación natural de la Sierra centro norte. Recordemos que en los valles interandinos ya la vegetación natural prácticamente ha desaparecido, hay muy pocos remanentes de esta vegetación que existía. Lo podemos ver, por ejemplo, en el Refugio de Vida Silvestre Pasochoa, cómo era la vegetación original en algunos sitios de la reserva (geobotánica) del Pululahua y en algunas áreas protegidas, pero el resto solo son remanentes que quedan, por ejemplo, en las quebradas, en algunos pequeños parches de bosque. Y es una lástima que con estos incendios especies como el pumamaqui, la chilca, los uros, incluso ciertas palmeras que eran de esta parte del país se vean afectadas.

Hay una serie de especies vegetales que sufren los efectos de estos incendios. Son nativas y hay unas salvias y moras endémicas.

¿Qué debería hacerse desde el Gobierno central y los municipios para enfrentar estos incendios forestales?

Sabemos que siempre entre julio y octubre se da esta temporada seca, en la que hay más vulnerabilidad de sufrir estos incendios, que no solo alteran la biodiversidad, también la salud de la gente. Hemos visto que hay comunidades que han tenido que ser evacuadas con todo lo que eso implica y más el daño de la calidad del aire, etcétera. Creo que es importantísimo que se creen brigadas ciudadanas para controlar primero que no se queme y que cuando se detecta un fuego, por pequeño que sea, se avise inmediatamente al Cuerpo de Bomberos.

Afortunadamente tenemos un Cuerpo de Bomberos que actúa con mucha eficiencia, que está bien preparado, obviamente con tantas emergencias muchas veces no alcanzan a llegar a tiempo y los incendios se salen de control. Tenemos estos helicópteros cuya operación es carísima, pero son muy eficientes en el momento de apagar el fuego. Lo que sugeriría son brigadas ciudadanas en los barrios donde hay vegetación que pueda prenderse con fuego, que hagan patrullajes como nosotros. Vivo en una comuna en el Ilaló y estamos organizados precisamente de esa forma. En la comuna Leopoldo Chávez la gente está siempre viendo que no haya incendios, que no haya fuego.

¿Entonces una columna de humo en el horizonte para ustedes es una alerta?

Inmediatamente la gente se moviliza y lo que hace la gente es llamar a los bomberos, pero hasta que lleguen los bomberos va a tratar de apagar el incendio si no es muy fuerte. Si es muy fuerte ya es muy peligroso. Lo importante es una alerta temprana para evitar que un incendio se salga de control.

Tarsicio Granizo, actual director de WWF-Ecuador, fue ministro del Ambiente durante el régimen de Lenín Moreno. Foto: José Jácome José Jácome

¿Cómo la gente puede contribuir en el control de las llamas hasta que lleguen los bomberos?

Lo que hace la gente es con las mismas ramas golpear el fuego para evitar que continúe; cuando haya la posibilidad, pues, con agua obviamente. A veces se hacen cortinas rompefuegos que se llaman, se hace una zanja, por ejemplo, para evitar que el fuego avance hacia algún sitio, pero esto requiere de un trabajo colectivo, por eso esto se hace en estas comunas en minga, es la única forma.

¿El cambio climático tendrá una influencia en el aumento de la intensidad de los incendios?

En un escenario de cambio climático las sequías son más prolongadas, la sequedad del ambiente es mayor. Sume las malas prácticas agrícolas, la deforestación permanente y el daño a las quebradas. De alguna forma las quebradas son áreas en donde se controla y detiene el fuego porque están bien vegetadas y son verdes. El Ilaló está café de la sequía, pero en las quebradas todavía se ve el verde y eso ayuda a frenar los incendios.

¿Cómo las quebradas ayudan a controlar el fuego?

Porque son áreas más húmedas. Como hay humedad en las quebradas naturalmente entonces las plantas están todavía un poquito verde y eso detiene los incendios, ayuda y contribuye por lo menos

¿Estas quebradas deforestadas también fue lo que provocó el alud en la zona de La Gasca?

Ese es otro efecto porque el cambio climático no solo afecta cuando hay sequías, sino también el tiempo contrario. Cuando hay exceso de lluvias, la vegetación de las quebradas ayuda a retener el agua y esta baja más despacio. Cuando no hay esa vegetación, el agua baja como torrente y se pueden crear estos aludes como los que ya ha sufrido la ciudad varias veces.

Entonces debería identificarse las quebradas naturales que rodean a la capital y reforestarlas.

Afortunadamente sí hay el inventario de las quebradas del volcán Pichincha que ha hecho el Municipio, hace falta hacer un inventario de todas las quebradas en los valles que rodean a Quito y declararlas áreas de protección. Pero sobre todo también es un tema de contaminación. El 90 % de las aguas servidas terminan en las quebradas, aunque esté el alcantarillado, pero todos terminan en las quebradas, que son la última rueda del coche de importancia y prioridad para los gobiernos autónomos descentralizados.

Lo que se debería hacer son plantas de tratamiento de aguas servidas para que las aguas que vayan a las quebradas no sean tan contaminadas y podamos tener una calidad de agua que permita también que haya una vegetación saludable que precisamente evite estos problemas.

¿Cuál debería ser el manejo de las áreas incendiadas ya quemadas?

El único manejo posible de ahí es dejar que se restauren naturalmente. Afortunadamente la naturaleza es sabia y puede restaurarse si es que le dejan y permiten. Ayudaría también hacer campañas de reforestación en ciertas áreas críticas, evitar sembrar eucaliptos, porque es una planta muy proclive al fuego, ese mentol que tiene es un combustible prácticamente para los incendios. Tratar de que la vegetación sea cambiada por la nativa y dejarle que se recupere la naturaleza, eso es lo mejor que se puede hacer.

No digo que no se siembre eucalipto, pero hay que saber en dónde, cómo se maneja la plantación para evitar precisamente que sea un combustible para los incendios. No se puede sembrar dondequiera eucalipto porque daña el suelo, se chupa el agua, es complicado, pero es una madera noble, se usa para muchas cosas, pero hay que saber cómo manejar.

¿En qué se va a evidenciar el cambio climático en Quito?

Especialmente en dos cosas más fundamentales. La una son los aludes, aluviones, derrumbes que hay en Quito y en las ciudades andinas y en las carreteras. El otro tema es en la provisión de agua. Recordemos que el 90 % del agua de Quito viene de los páramos. Si hay un cambio climático, podrían verse afectados los páramos y, por tanto, el suministro de agua. (I)

En la temporada de lluvia hay aluviones, como el ocurrido en el barrio de La Gasca, el 3 de abril de 2024. Foto: AFP

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