“Si pasaba un poco más lento a mí era que me daba en la cabeza o a mi novia que estaba al lado mío en mi carro, conducía a la velocidad precisa”, dice Luis Jácome, de 23 años de edad, cuyo auto fue alcanzado por un proyectil perdido a la altura de la Penitenciaría del Litoral, en el norte de Guayaquil.