El costo de la educación superior se ha sobredimensionado en el Ecuador

El acceso de los ecuatorianos a la educación superior se dificulta aún más en la actualidad. Existe un mercado laboral muy reducido y con pocas oportunidades para un futuro cercano. Por otra parte, existe un financiamiento muy limitado, sea público o privado.

Según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) para finales de 2021 la banca colocó $ 28,92 millones comparados a $ 24,72 millones al cierre de 2020 en créditos educativos, siendo un crecimiento del 17 %.

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Al cierre de 2022, la asignación de créditos a este rubro presentó una drástica reducción. Solo $ 16,04 millones. Al cierre de 2023, un monto similar, esto es, $ 15,17 millones. La tasa de morosidad, por su parte, mostró una tendencia alcista: 3,99 % al cierre de 2022 y 4,82 % al concluir el 2023. La morosidad es otro factor que desincentiva a la banca a ofertar más créditos a este segmento.

Son casi siete bancos privados que ofrecen este tipo de créditos, siendo el Banco del Pacífico uno de ellos. Sin embargo, ya en este año únicamente ofrece refinanciamientos hasta 20 años plazo con un periodo de gracia de 6 meses. BanEcuador también tiene suspendida la entrega de nuevos créditos educativos. En uno de estos, se ofrecen créditos hasta $ 20.000, con una tasa anual de 9,08 %, tal como lo muestra la tabla a continuación:

Según la tabla se evidencia un alto pago mensual, lo que contrasta con la situación actual referente a los salarios. Por ejemplo, un profesional recién graduado requiere ganar un salario de por lo menos $ 1.200 para asignar aproximadamente un 30 % al pago exclusivo de la deuda educativa. A esto se añade un 30 % mínimo destinado a vivienda. Añádase el gasto en alimentación, transporte, telefonía celular e internet, que son indispensables.

¿Quién o cuántos profesionales ganan ese salario en el país? Se vive un alto desempleo, y las pocas plazas vacantes no corresponden a un ‘empleo adecuado’. Los ingresos promedio son de $ 700 mensuales, lo que vuelve inaccesible la educación universitaria privada.

El costo de la educación superior se ha sobredimensionado en el Ecuador. Hay universidades privadas con un costo anual de entre $ 2.500 $ 12.000 y más en muchos casos. Por otra parte, las instituciones públicas no logran absorber casi 80.000 bachilleres anualmente.

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Existen alternativas. Hay universidades europeas y latinoamericanas (e incluso Estados Unidos) en línea, con aranceles muy accesibles que reducen de manera significativa el costo de la educación superior (desde $ 100 y promedio $ 150 mensuales) y tienen una matrícula abierta, es decir, flexibles con los requisitos de ingreso, pero manteniendo una rigurosidad académica. Ofrecen una educación de calidad.

Lamentablemente no hay una política de Estado que atienda esta necesidad que debe ser atendida de forma urgente para reducir la creciente brecha socioeconómica y lograr una movilidad social en el país. También diversificaría los campos de desarrollo para la población joven, fomentaría la innovación, fortalecería la democracia y el estado de derecho y afirmaría los valores de la sociedad ecuatoriana. (O)

Olmedo Farfán es consultor académico, asesor en mercados internacionales, consejero económico y docente universitario.