El discurso de odio contra el colectivo LGBTIQ + gana terreno en las redes sociales: Ecuador es el que tiene más mensajes negativos, dice estudio que analiza web de 12 países

Con el anuncio de las marchas del orgullo LGBTIQ+ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales, queers y el resto de la diversidad sexo-genérica) cada junio se activan en la red social Twitter los mensajes detractores y de odio contra este colectivo, indica un informe de la consultora LLYC, que analizó las conversaciones digitales que hay en torno a esta población en doce países en el periodo 2019-2022.

El informe analiza el desarrollo de la conversación sobre la diversidad LGBTIQ+ en Estados Unidos, Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Panamá, República Dominicana, España y Portugal.

Los mensajes de odio contra el colectivo LGTBIQ+ en las redes sociales ganan terreno frente a los que promueven el apoyo a este grupo.

En el periodo estudiado se observa una significativa disminución en el volumen de mensajes de la conversación de la comunidad promotora del colectivo, lo que decreció de 21.511 mensajes en 2019 a 12.638 en 2022, una reducción del 41,25 %. Mientras, el número de mensajes de la conversación de la comunidad detractora, que es la que impulsa los discursos de odio contra el colectivo, pasó de 8.936 mensajes en 2019 a 9.773 en 2022, un incremento del 9,37 %.

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Los países con mayor proporción de conversación detractora hacia el colectivo son Ecuador (61,33 %), Chile (50,76%) y Perú (50,13 %).

De hecho, el informe muestra como preocupantes los porcentajes de conversación detractora de más del 40 % en Ecuador, Chile y Perú, y aquellos en los que la conversación positiva no supera el rango del 25 %, en el que también está Ecuador y Chile.

Entre las principales narrativas detractoras en Ecuador se incluye a los comentarios sobre la denominada “ideología de género”: “Comentarios de personas en contra de los promotores de la ley a favor del aborto, el matrimonio igualitario y la educación de género. Asimismo, existen comentarios negativos acerca de la participación de mujeres trans en los deportes”, señala el estudio.

Además, el rechazo del matrimonio y la planificación familiar LGBTIQ+: “Priman los comentarios en contra de la aprobación del matrimonio igualitario en Ecuador. Asimismo, destacan comentarios de odio que reprochan a los miembros de la comunidad por demandar otros derechos, tales como la adopción y la modificación” de la malla curricular escolar.

“El avance de corrientes conservadoras o ultraconservadoras hace que en la conversación centrada en el colectivo LGBTIQ+ no solo aumente la participación negativa o de odio, sino que sobre todo se retraiga la positiva”.

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El estudio muestra una “retracción del propio colectivo y, en especial, de sus aliados a la hora de emitir mensajes de apoyo o celebración en un contexto de polarización creciente en el que, sin embargo, la conversación detractora no solo se mantiene, sino que aumenta. En este sentido, podríamos hablar de una ‘vuelta al armario’ de la conversación positiva sobre el colectivo”, indica.

Añade que “es necesario pensar en medidas que puedan proteger al colectivo de los ataques a los que se ve sometido en las redes sociales”.

A nivel global de los doce países analizados, el volumen de mensajes de la comunidad detractora creció 140 % en junio de 2019 respecto al mes anterior. Mientras que el número de mensajes de la comunidad promotora creció solo 62 %.

La misma tendencia se observa en 2020 y 2021, solo en 2022 se revierte y hay un mayor aumento de los mensajes a favor.

El análisis profundiza en las diferentes comunidades que protagonizan esta conversación, y pone un especial foco en analizar si el discurso de odio contra el colectivo, impulsado por parte de comunidades detractoras, está evolucionando y cómo, en este contexto, se comporta el discurso de apoyo al mismo.

Las conclusiones se hicieron con el procesamiento de una conversación global que abarcó más de 169 millones de mensajes, generados por casi 36 millones de perfiles en redes sociales y plataformas digitales de los 12 países estudiados.

Para ello se cuantificó en primer lugar el volumen de mensajes y perfiles en cada uno de los países estudiados. Luego se identificó a “los colectivos promotores y detractores”.

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Básicamente se extrajeron las conversaciones asociadas al colectivo LGBTI+ en la red social Twitter y, mediante técnicas de inteligencia artificial y modelos de clusterización, se agrupó a las comunidades promotoras y detractoras de cada país.

Lo grave es lo que advierte el relator especial sobre cuestiones de las minorías para Naciones Unidas, Fernand de Varennes, quien considera que “muy a menudo, al crecimiento del odio digital le siguen delitos de odio y violencia (...). Este discurso puede allanar fácilmente el camino para la deshumanización y el uso de las minorías como chivos expiatorios, además para normalizar el odio“. (I)