El 77 % de la población sufragante activa de Guayaquil (los que tienen 16 años o más ) se concentra en 25 zonas urbanas o sectores distribuidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para las elecciones de este 5 de febrero.

Los primeros diez puestos de este top 25 son ocupados por las áreas populosas de Tarqui, Ximena, Febres Cordero y Letamendi en las parroquias del mismo nombre, pero también se distribuye en Pradera, García Moreno, Pascuales, Acuarela-Sauces, Flor de Bastión y Las Orquídeas-Mucho Lote, en su orden.

A continuación están Bastión Popular, Carbo/Concepción, Urdaneta, La Prosperina, Martha de Roldós, Isla Trinitaria, Paraíso de la Flor, Juan Montalvo, Los Ceibos, Alborada, Ayacucho, Sucre, vía a la costa, Rocafuerte y El Cóndor.

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El número de electores del área urbana de Guayaquil está en reducción, según los registros del CNE. Para las elecciones presidenciales del 2017 se contabilizaron 1′952.947 sufragantes, mientras que al 2023 hay 1′950.205, una caída del 0,14 %.

Las parroquias urbanas de Olmedo/San Alejo, Carbo/Concepción, Nueve de Octubre, Ayacucho, Roca, Sucre, García Moreno, Bolívar/Sagrario, Urdaneta, Rocafuerte, Letamendi, Febres Cordero y Ximena han perdido votantes entre 2017 y 2023 en porcentajes que van del -25,72 % al - 0,70 %, en su orden.

Solo las parroquias urbanas de Pascuales y Tarqui, en el norte de la ciudad, registran aumentos de votantes del 25 % y 8 %, respectivamente.

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Las causas de esta disminución responde a situaciones geográficas, pero también en su momento a la falta de oferta de proyectos habitacionales dentro de la zona urbana de la ciudad.

La expansión se detiene hacia el sur con la Reserva de Producción de Fauna Manglares El Salado, que es parte del sistema nacional de áreas protegidas.

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Mientras que el margen este colinda con los ríos Daule y Guayas, que separan a Guayaquil con los cantones Samborondón, Daule y Durán.

La zona de expansión es al noroeste y oeste en las parroquias Tarqui y Pascuales que son justamente las únicas urbanas que registran aumento de votantes en los últimos seis años.

Sin embargo, una porción importante de la población guayaquileña ahora vive fuera de los límites urbanos del cantón como la parroquia La Aurora en Daule o en el cantón Samborondón.

La Aurora es la parroquia del país que más registra aumento de electores desde 2017 con un incremento del 158 % al pasar de 14.507 a 37.440 votantes para las últimas elecciones del 5 de febrero próximo.

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En el cantón Samborondón hay un incremento del 13,4 % en el mismo periodo al pasar de 57.754 a 65.497 votantes.

Todos los cantones aledaños a Guayaquil, como Daule (24,3 %), Playas (16 %), Nobol (15 %), Yaguachi (14 %), Salitre (9 %) y Durán (7 %) registran incrementos.

La analista política Madeleine Molina creció en la parroquia Bolívar/Sagrario, en el centro sur de Guayaquil, una de las parroquias urbanas que más pierde población en la ciudad (- 18,7 %). Cinco de sus familiares ya dejaron el lugar. Ellos ahora viven en el cantón Playas.

Uno de los desafíos de la nueva administración municipal es conseguir que los guayaquileños retornen a las parroquias tradicionales de la ciudad, sobre todo a las del centro y sus alrededores. También propiciar un crecimiento vertical con proyectos habitacionales en las zonas de donde sale la población. Además, dice Molina, establecer una mirada más amplia para concebir un plan de desarrollo conjunto en el denominado Gran Guayaquil, que incluye a la capital de Guayas y los cantones aledaños a la que está conectada a través de puentes sobre ríos y vías.

“Si bien hay menos electores en las zonas urbanas de Guayaquil considero que incluso habrá menos participación de los convocados porque hay gente que se está yendo del país ante la falta de oportunidades”, indica.

Hace falta planificación urbana como tal, agrega. “Algunos no se sienten cómodos por factores como los índices de inseguridad. Las personas perciben que la planificación de la ciudad no responde a los derechos del buen vivir que es parte de la Constitución, se supone que todos los proyectos en todos los niveles de gobierno tienen que responder a este concepto”, asegura Molina.

Guayaquil es una ciudad que creció debido a la migración a partir del siglo XVIII desde la época de la colonia antes que se instaure la República del Ecuador, según indican publicaciones sobre el barrio Las Peñas de esa época, afirma Molina, zona a la que llegaban foráneos y de las regiones aledañas. “Es una cohesión de migrantes internos y externos”. (I)