Los síntomas del cáncer de mama son generalmente imperceptibles en las fases iniciales, a más de la protuberancia en la mama o axila, también difícil de detectar. De ahí la importancia de someterse a una mamografía máximo cada dos o tres años si se tiene entre 40 y 50 años de edad. Y cada uno o dos años con una edad superior a los 50, según indican las guías actualizadas.

Si se detecta en la fase inicial e incluso hasta en el inicio de la tres se puede obtener una curación completa con un diagnóstico y tratamiento de precisión, indica Ximena Zurita, ginecóloga del laboratorio biofarmacéutico Roche, en el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora cada 19 de octubre.

Entre los síntomas, cuando el tumor ya va creciendo, está que el pezón en vez de crecer normalmente hacia fuera se invierte hacia dentro de la glándula mamaria y cambia la piel de la mama. “Se hace como la cáscara de naranja, dura, gruesa y con los poros grandes”, señala.

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Si ya pasaron cinco años desde que está el tumor es probable que ya sea metástasis.

Un estudio reciente realizado en el hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) de Guayaquil indica que la incidencia de casos nuevos de cáncer diagnosticados fue del 63 % en mujeres y 37 % en hombres.

Las mujeres que tienen entre 50 y 54 años (10,9 %) representan el grupo etario con mayor porcentaje de afectación. Y el cáncer de mama es el más frecuente con un 24,8 %, seguido por el de cérvix (14,3 %) y tiroides (11,5 %).

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Solo en el periodo 2013-2017 se registraron 2.958 casos nuevos de cáncer de mama en el hospital de Solca de Guayaquil, es el tipo que tiene mayor incidencia en la población general (hombres y mujeres).

Hay exámenes disponibles en Ecuador para detectar de forma precisa el subtipo de cáncer de mama y establecer la terapia más pertinente. Hay muchas más opciones, incluso un grupo de mujeres solo requieren cirugía sin someterse a quimioterapia. Y en la intervención se extirpa la zona afectada con la posibilidad de un procedimiento de reconstrucción mamaria. La única opción de tratamiento que consistía en extirpar toda la mama, asegura Zurita, quedó en el pasado.

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La medicina avanza cada vez más. ¿Qué tanto ha cambiado la forma de diagnosticar y los tratamientos disponibles para el cáncer de mama?

Es una oportunidad para hablar no solo de la prevención, sino de la detección temprana que permite un mayor margen de curación. Hoy existe la medicina ya personalizada, el tratamiento individualizado porque el cáncer de mama es como el nombre, pero existen los apellidos decimos nosotros, son los subtipos, según cual sea se escoge el tratamiento. Por ejemplo, antes a todas se les realizaba la mastectomía radical, que era sacar toda la mama, todos los músculos de la axila, incluso el músculo que está por detrás de la mama. Hoy en día todo ha evolucionado y solamente se remueve la zona donde estuvo el tumor o donde está el tumor, e incluso se tiene el chance de hacer una reconstrucción mamaria. Entonces, es importante que la mujer sepa que hoy se puede dar un tratamiento personalizado, individualizado. Antes a todas las pacientes que tenían cáncer de mama se les prescribía la quimioterapia, hoy hay un grupo de mujeres que no necesitan.

¿Cómo se sabe cuál es el tratamiento adecuado?

Hay que realizar estudios pertinentes, llegando a conocer cuál es el subtipo de cáncer de mama y el oncólogo escogerá la mejor opción terapéutica.

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¿Cuántos subtipos de cáncer de mama hay?

Ahí, por ejemplo, está el que depende de los estrógenos, nosotros le decimos estrógeno dependiente; hay otro subtipo que se llama progesterona dependiente porque depende de la progesterona; hay otro que está determinado por el crecimiento de un factor llamado HER, nosotros lo conocemos como cáncer de mama HER 2 positivo. Y hay otro subtipo que nosotros no identificamos cuál fue el factor que le hizo crecer, es decir, estrógeno negativo, progesterona negativo, HER 2 negativo, y como los tres son negativos lo conocemos como cáncer de mama triple negativo, es decir, estos son los subtipos que antes no se conocían porque no teníamos la opción de hacer este tipo de exámenes de laboratorio. Esa parte también ha evolucionado, no solo el tratamiento de precisión, sino también el diagnóstico de precisión, gracias a ciertas pruebas se puede conocer.

¿Cuáles son las pruebas que deben hacerse para conocer el subtipo?

Se llama inmunohistoquímica y las pruebas moleculares. Antes, por ejemplo, la mujer venía con una bolita o se la encontraba con la mamografía. El ginecólogo, mastólogo, oncólogo, cirujano oncólogo punzoneaba la bolita, se llama biopsia, y mandaban a estudiar, entonces el estudio histopatológico nos decía que era un cáncer porque las células estaban creciendo de forma desordenada, cambiaron la forma, etcétera, pero hoy en día tenemos estudios como la inmunohistoquímica, esto nos permite saber si depende del estrógeno, de la progesterona y aparte de ello incluso existen pruebas moleculares de biología molecular que permiten ponerle el apellido a cada uno de los subtipos de cáncer. Todo esto se hace a través de la biopsia. De ese mismo tejido que se sacó se hace la inmunohistoquímica y las pruebas moleculares. En nuestro país se trabaja ya en medicina personalizada, a nivel público y privado existen estos test y la posibilidad, de acuerdo al subtipo, de escoger el tratamiento personalizado. Por eso es importante que la mujer sepa cómo prevenir y que el examen que nos permite la detección temprana es la mamografía. El autoexamen está bien, pero nunca va a remplazar a la mamografía, el examen que después de los 40 años el médico de nuestra confianza ya nos puede solicitar es la mamografía. Tras esta los otros exámenes que acabamos de mencionar para conocer el subtipo de cáncer de mama, de llegar a tener.

Ximena Zurita, ginecóloga y asesora de Laboratorios Roche, que impulsa una campaña durante este mes que se recuerda el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Foto: CORTESÍA

¿Hay algún examen de la sangre también para diagnosticar?

Se puede utilizar para encontrar los diferentes subtipos no solamente del cáncer de mama, sino de otros tipos de cáncer también; hay pruebas ahora que se pueden hacer en sangre, son pruebas de biología molecular, nosotros llamamos perfilamiento genómico. Eso también se hace en el país, algunas de las pruebas se toman y se mandan fuera, pero se puede desde Ecuador canalizar, hoy en día podemos hacer todas las pruebas que la investigación y la medicina lo permiten, pero para ello es importante que la mujer se empodere, busque ayuda de los médicos, en este caso, un mastólogo, oncólogo, quien cuando ya tiene el diagnóstico hará el trabajo medular de la mano con el cirujano oncólogo, patólogo, radiólogo, psicólogo, nutriólogo, es un equipo multidisciplinario.

¿Qué determina ese examen en la sangre?

Se determina cuál es el subtipo de cáncer, se determina cuáles son las razones por las que creció el tumor, se identifican las mutaciones genéticas, la parte genética de las células que están creciendo desordenadamente para poder direccionar el tratamiento.

¿Qué dicen los catálogos actuales respecto a cada cuánto tiempo se debe hacer la mamografía y desde qué edades?

Para hacer la prevención tenemos que cambiar los estilos de vida, pero para detectarlo tempranamente tenemos que hacer la mamografía después de los 40 años de edad. Hay guías que dicen después de los 45 años de edad. En general, si tenemos entre 40 y 50 años de edad hay que hacerse una mamografía cada dos años o máximo cada tres años. Pasados los 50 años de edad tenemos que hacerlo cada año o máximo cada dos años, pero esa periodicidad debemos conversarla con el médico. Antes de los 40 años de edad el médico no va a escoger una mamografía, generalmente hay otras opciones como la ecosonografía, la resonancia magnética, pero después de los 40 años ya podemos hacernos esta radiografía de las mamas, la valoración más adecuada para continuar con las siguientes pruebas.

¿Qué debe hacer la mujer que siente la protuberancia al tocarse, pero está embarazada?

Muchas de las veces como pacientes dejamos y decimos luego me hago ver. He tenido pacientes que me dicen: ‘Sí me hice el examen, pero la verdad no he pasado a recoger el resultado porque tengo miedo’. Falta mucho más esa parte de empoderarse, de saber que si me detectan a tiempo tengo chance de curarme, entonces debo hacerme los chequeos todos los años con mi médico de confianza y él me enviará la mamografía cuando ya me corresponda y me dirá con qué periodicidad debo hacerlo, pero muchas de las veces hay miedos y tabúes. Se dice que la mamografía duele, que el examen es un poco doloroso, que a lo mejor me va a salir algo mal, por ese miedo dejamos de recurrir al médico de manera oportuna, porque si es metastásico (cuando se riega el cáncer por el organismo) no se hace a corto plazo, eso se hace con el transcurrir de los años. Ahora si alguien se palpa en la gestación, como no podemos hacer la mamografía, se puede hacer la ecosonografía y si se encuentra algo sospechoso, se puede hacer la punción que no está contraindicada durante el embarazo. Con la punción, es decir, teniendo el tejido ya en las placas, se puede hacer el estudio histopatológico, el de inmunohistoquímica y de las pruebas moleculares. Pero si está diagnosticada y embarazada, es muy complejo que se pueda dar la terapia porque va a afectar al bebé que está en desarrollo.

Pero se gana tiempo al menos haciendo un diagnóstico de precisión.

Apenas da a luz hay que explicar cómo tiene que venir, cuándo, posiblemente la lactancia no se podrá hacer, eso ya quedará a decisión en ese momento cuando se empiece el tratamiento específico. Antes de embarazarme se debería hacer un chequeo con el ginecólogo, un papanicolaou, examinación de los senos, verificar que se está sana antes de ir al embarazo. En el embarazo se puede adelantar el diagnóstico y apenas termine la gestación empezar rápido con la terapia, mientras más pronto mejor.

¿Hasta qué fase se puede curar completamente un cáncer de seno?

Por ejemplo, se llama in situ cando está dentro de la glándula mamaria o de los conductos mamarios, es decir, no ha salido todavía. Es muy difícil poder detectarlo en este tiempo, pero hay un 5 % que sí se detecta, que es cuando todavía no crece demasiado el tumor, es sumamente pequeño y lograron identificarlo, con una cirugía está más que controlado el problema. No hace falta luego dar ningún tratamiento más que los controles, estaríamos asegurando que se hizo el diagnóstico y el tratamiento en un tiempo adecuado, por lo que se pudo curar la paciente. Un estadio uno, dos y al inicio del tres, todavía es temprano. Allí se da tratamiento, luego se da la cirugía, después se cumple con el tratamiento que puede ser de hasta un año. La mujer cuando fue a la cirugía solo le extirpan la zona afectada, ella puede someterse a un procedimiento de reconstrucción mamaria, antes se sacaba toda la mama. Cuando es estadio tres avanzado o cuatro específicamente, ya hablamos de que el tumor ha invadido otros tejidos. Cuando es estadio cuatro ya viajó al pulmón, cerebro, hígado, o a los huesos, eso es metastásico. Allí hay tratamiento, pero no vamos a conseguir la curación, lo que vamos a conseguir es más años de vida, más calidad de vida, pero curación ya no podemos ofrecer.

¿En qué tiempo se puede llegar a la fase tres avanzada o cuatro?

Cuando está en la fase in situ es poco tiempo, hasta un año, pero si hablamos de tres a cuatro años ya la masa está grande, ya podemos palpar una bolita en la axila por más pequeña que sea y si hablamos, por ejemplo, hemos dejado pasar cinco años, ya la mujer lo va a tener en un estadio metastásico. Lo malo muchas veces es que el tumor no alcanza grandes dimensiones y la mujer ni siquiera lo ha percibido porque en los estadios tempranos a veces no hay ni síntomas. El tumor es pequeño, la glándula mamaria es grande, la mujer no lo ha palpado, el pezón todavía está sano. No sale nada por el pezón, no sale sangre, no hay ningún síntoma, pero han pasado cinco años desde que el tumor ha estado creciendo. Cinco años que no me he hecho un control, que no me hice la mamografía, que no he ido donde el médico a hacerme un control. Entonces, hablamos no de meses sino de años para que sea metastásico.

¿Aparte de detectar la protuberancia, qué otros síntomas pueden indicar la presencia de un tumor cancerígeno?

Decíamos la bolita en en el seno, en la axila. El pezón en vez de crecer normalmente hacia fuera se puede invertir, es decir, se mete hacia la glándula mamaria. La piel de la mama puede cambiar, se hace como la cáscara de naranja, se hace como dura, gruesa y con los poros grandes. Estos síntomas son cuando ya va creciendo el tumor, cuando ya está más grande. Cuando es metastásico es más complicado porque, por ejemplo, si viajó al pulmón la mujer ya va a tener tos, expectoración con sangre. Si viajó al cerebro puede tener dolores de cabeza, crisis convulsivas. Si viajó a los huesos puede tener dolor de los huesos, fracturas, es decir, es mucho más notorio. En los estadios tempranos es cuando no hay síntomas y es cuando deberíamos siempre, si ya pasamos de los 40 años, estar empoderadas de nuestra salud, visitar a nuestro médico y hacernos los exámenes que corresponden. (I)