Luego de un trabajo coordinado entre el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), por sus siglas en inglés, y el Gobierno nacional de Ecuador, este 24 de octubre en Colombia (Bogotá), se firmó un acuerdo entre 11 países asiáticos y sudamericanos para salvar de la extinción a seis especies de delfines de río que sobreviven en el mundo.

El acuerdo adoptado en el área de distribución de estas especies tiene el objetivo de detener su disminución y aumentar los tamaños de las poblaciones más vulnerables, mediante el desarrollo y financiamiento de medidas para mejorar las prácticas de pesca, reducir la contaminación, ampliar la investigación y mejorar la gestión de áreas protegidas y su conectividad.

En ese marco, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Camboya, Colombia, Ecuador, India, Nepal, Pakistán, Perú y Venezuela fueron los países que adoptaron la declaración global para los delfines de río, también estuvo presente un representante del gobierno regional de Indonesia responsable del río Mahakam.

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Con monitoreo satelital se investiga a delfines en Amazonía de Ecuador

En este contexto, las poblaciones de delfines de río se han desplomado en un 73 % desde la década de 1980 a causa de distintas amenazas que incluyen el tráfico ilegal, las prácticas de pesca insostenible, represas hidroeléctricas, contaminación que proviene de la industria del petróleo, la minería y los agropesticidas que provocan su pérdida, como también la destrucción de su hábitat. La sequía en la Amazonía, -lago Tefé- (Brasil)-, ha provocado la muerte de 150 delfines de río, esto demuestra que el cambio climático es una amenaza cada vez más real para su supervivencia.

Roberto Troya, director general de WWF de América Latina y el Caribe, resaltó que la Declaración Global por los delfines (de río) es un hito para la conservación de los ríos y las especies que habitan en América y Asia. Por tanto, “con ella los países amazónicos se comprometen a trabajar para revertir el peligro en el que se encuentran estas especies, claves para mantener la salud de estos ecosistemas y de las poblaciones que dependen de ella”, insistió.

Un espécimen de delfín de río en la Amazonía ecuatoriana. Foto: Cortesía

En lo que va del 2023, la sequía en gran parte de la Amazonía afecta a los ríos principales como el Napo y Aguarico. Asimismo, en la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno (en Sucumbíos), ciertos lagos se han secado en su totalidad lo que ha tenido un impacto trágico y, en consecuencia, la primera muerte de un delfín en el Parque Nacional Yasuní.

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Además, se registraron temperaturas extremadamente altas, alcanzando hasta 39 grados centígrados; situación inusual y preocupante para la conservación de estos ríos. Esta grave situación afecta directamente a las dos especies de delfín ecuatoriano, el Sotalia Fluviatis y el Inia geoffrensis, categorizados en peligro crítico de extinción.

En respuesta a estos desafíos, la Declaración Global para los Delfines de Río se presenta como un paso significativo hacia la protección de estas especies vulnerables.

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Por su parte, Daphne Willems, líder de la iniciativa de Delfines de Río, acentuó que los inspiradores esfuerzos de conservación a nivel local y nacional han dado resultados increíbles, pero que el progreso es limitado y las amenazas siguen siendo enormes. En ese sentido, la declaración es vital, “necesitamos esfuerzos globales colectivos para garantizar la supervivencia a largo plazo de las seis especies de delfines (de río)”, resaltó.

Asímismo, recalcó que la declaración es un compromiso claro de los Estados en el área de distribución de los delfines, para forjar un futuro mejor para ellos (los ríos y las personas). El líder hizo hincapié en que juntos se puede impulsar un progreso real y demostrar que es posible un futuro positivo, resiliente y sostenible para la naturaleza.

Sequía pone en riesgo a delfines de agua dulce

Tarsicio Granizo, director País de WWF Ecuador expresó que la declaración plantea una hoja de ruta para recuperar las poblaciones de delfines de río en todo el mundo, ofreciendo una esperanza real para la supervivencia de estas icónicas especies. “Desde WWF Ecuador nos complace haber sido pieza articuladora entre el Gobierno, las comunidades y la sociedad civil”, enfatizó.

WWF es una organización de conservación independiente, con una comunidad de más de 30 millones de personas que apoyan su trabajo y una red global activa en más de 100 países. (I)

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