La tasa de morosidad total fue del 3,12 % de los créditos otorgados por la banca privada hasta enero del 2023. Es un aumento de 0,8 puntos porcentuales con respecto a enero del 2022 (2,32 %).

El incremento es mínimo pese a que los bancos deben registrar y declarar la cartera como vencida a los 31 días de que la deuda entre en mora, a partir de enero pasado. Hasta diciembre del 2022 se dispuso que se declare a los 60 días debido al impacto de la pandemia.

Antes de la pandemia cada segmento de crédito tenía un tiempo específico en el que los bancos registraban la mora en sus balances. En el caso del de consumo y microcrédito era a los 16 días. El productivo, a los 31 días; y el de vivienda, a los 61 días.

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Con la pandemia se dispusieron medidas como la extensión del plazo para declarar la deuda como vencida y así dar holgura a los balances de los bancos y que estos puedan llegar a los acuerdos de pago con sus clientes y hacer provisiones. “Esto pasó en casi todos los países de América Latina”, indica Andrea Villarreal, directora del Departamento Económico de la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca).

La resolución de marzo del 2020 dispuso que la mora se registre y declare, en todos los segmentos de crédito, a los 61 días. Con ello no se evidenció en la cifra oficial el aumento de la mora en medio de la crisis económica generada por las restricciones durante la pandemia.

La Junta de Política y Regulación Financiera determinó que ya era el momento de regresar a los estándares y tiempos que había antes del COVID-19, entonces dispuso que los segmentos de consumo y microcrédito declaren la mora a los 30 días a partir de enero del 2023, al igual que el productivo. El de vivienda sigue a los 61 días.

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Las previsiones de Asobanca eran que la mora aumente, ya que se redujo el tiempo para declararla.

La cartera vencida subió más en los segmentos de microcrédito (1,93 puntos porcentuales), educativo (1,48 pp) y de consumo (1,40 pp), durante el último año.

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El incremento de esta mora requerirá un mayor nivel de provisiones dentro de las balances de los bancos.

¿Qué son las provisiones?

Son todo lo que las entidades bancarias ponen con sus recursos propios para cubrir la probabilidad de que esa cartera vencida no se recupere, afirma Villarreal.

”La labor número uno de los bancos por mandato constitucional es salvaguardar los recursos, en caso de que una persona entre en mora lo que hace la entidad es que empieza a cubrir con recursos propios para mitigar esta probabilidad de que el deudor no pague. Si pasa el tiempo y la persona nunca pagó, el banco termina restituyendo de sus recursos propios, provisionando al 100 % la contraparte no pagada. Mientras más tiempo pasa la provisión aumenta porque se reduce la probabilidad de que el deudor se acerque a pagar”, asegura la especialista.

El índice de cobertura bancaria, expresado a través de la relación entre las provisiones de cartera frente a la cartera improductiva, reflejó al cierre de enero 2023 una relación de 2,2 veces.

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El total de provisiones contabilizó un saldo acumulado de $ 2.676 millones, mientras que la cartera improductiva fue de $ 1.201 millones, por lo tanto, en enero el nivel de provisiones de cartera fue superior en $ 1.475 millones al saldo de cartera improductiva, indica Asobanca.

La cobertura disminuyó ya que en noviembre pasado las provisiones eran 2,8 veces más que el total de la cartera vencida.

El saldo de la cartera bruta de crédito otorgado por la banca privada fue de $ 38.534 millones en enero del 2023, de los que $ 23.080 millones ( 60 %) fueron destinados a la producción (segmento productivo, vivienda y microcrédito).

El crédito destinado al consumo fue de $ 15.454 millones, el 40 % del total. El financiamiento otorgado en enero de este año significó $ 4.785 millones más que lo asignado en el mismo mes del 2022, un incremento del 14,2 %. (I)