Un doble asesinato dejó huérfanas a unas trillizas cuando iban a cumplir los 6 años de edad. Primero falleció el padre, Agustín Jaramillo, en febrero de 2012 y dos meses después Karla Salinas, mamá de las niñas.

Fue en ese momento cuando Gina Raffo, madre de Karla, tomó la batuta y a sus 54 años de edad se convirtió en la madre abuela de las menores de edad que ahora ya son adolescentes, tienen 16 años.

Publicidad

Los crímenes de los padres de las niñas fueron en medio de robos. Karla era la nieta del goleador de Emelec Carlos Raffo, quien fue seleccionado nacional y falleció en septiembre del 2013.

“Fue duro, perder una hija no es cualquier cosa. Un día una de las trillizas me dijo: ‘Diosito te quitó una, pero te dejó tres, tú ya no eres mami Gina sino mami, nada más porque ya no tenemos dos mamás”, indica Gina.

‘Donde conseguía las drogas me pedían que les venda a mis gemelas, pero siempre las agarraba fuerte’, dice madre que lleva un año sin consumir

El mensaje le llegó al corazón y despertó en ella los recuerdos que tenía cuando criaba a sus propios hijos. “El amor de abuela es más especial e intenso porque una ya está más relajada, hay más tiempo para disfrutar y cuidarlas. Cuando mi hija era pequeña y yo la retaba se refugiaba donde mi mamá (la abuela de Karla), pero en el caso de las trillizas yo soy su mamá y abuela a la vez, entonces somos muy cercanas. Madre no es la que pare sino la que cría”.

Publicidad

Cada una de las niñas recibe una mensualidad de 70 dólares por un seguro de vida que tenía Karla. “Me dicen que me llevarán a comer en este Día de la Madre, que iremos a un patio de comidas para escoger lo que más nos guste, donde sea soy feliz con ellas”, afirma Gina.

Lo primero que harán es ir al cementerio para visitar la tumba de Karla y de la mamá de Gina, ambas sepultadas en el mismo camposanto.

Gina Raffo y sus trillizas en la tumba de Karla. Foto: CORTESÍA

Al inicio cuenta que contrató a una profesora particular para que les ayude con los deberes en casa, pero después ya solas los hacían.

María Emilia, María Isabela y María Valentina nacieron el 31 de octubre del 2006 y recibieron una beca completa de estudios primarios y secundarios por parte de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) cuando se quedaron huérfanas. Las tres estudian en la Unidad Educativa Particular José Domingo Santistevan de esa institución, en el centro de la ciudad.

‘Afecta que te cataloguen por una edad y te digan que no puedes ser madre’: Gloria Laime tiene 45 años y hoy disfruta de su primer bebé

Cada detalle que ocurría afianzaba los lazos entre las trillizas con su abuela madre.

Gina recuerda que durante un concurso municipal de pintura, María Valentina la dibujó a ella de la mano con sus hermanas y un perro al pie de una casa. En el cielo, en medio de dos nubes, los féretros que representaban la muerte de sus padres.

“Para mí y mis hijas era significativo, pero yo sí le dije: ‘Cómo vas a ganar con este dibujo tan sencillo’, pero también cuenta que lo hagas con el corazón”.

La imagen conmovió a los miembros del jurado, por lo que finalmente obtuvieron el segundo lugar del concurso. “Había muchas mejores pinturas, el dibujo de mi hija era sencillo, no pensaba que íbamos a ganar, pero lo importante era la historia detrás, los trazos fueron hechos con el corazón. Recuerdo que la concejala Luzmila Nicolalde se conmovió”.

‘Al mes y medio de embarazo nos dijeron que venían cuatro bendiciones, lloran los cuatro a la vez, yo me pongo a llorar con ellos’: la caótica felicidad de una madre de cuatrillizos en Ecuador

Una abuela que asume el rol de mamá es común en Ecuador, sobre todo a partir de la ola migratoria de ecuatorianos hacia el exterior por la crisis económicas de finales del siglo XX.

Los adultos salían del país y dejaban a sus hijos menores de edad bajo el cuidado de los abuelos. Pero el caso de Gina no fue por motivos migratorios, sino por inseguridad.

Gina Raffo es la mamá abuela con sus nietas trillizas. Foto: CORTESÍA

A la madre de las trillizas la asesinaron la tarde del 6 de abril del 2012 cuando tenían previsto viajar a los balnearios costeros. La mujer estaba guardando maletas en la cajuela cuando la asesinaron por robarle dinero. Es un hecho que conmueve a Gina. “Todo eso se lo dejé a la justicia divina, las niñas estaban adentro de la casa cuando ocurrió”, indica.

‘Eres un regalo de Dios y te levantarás de aquí con victoria’: madre e hija viven hace cinco meses en un hospital por la enfermedad congénita de la bebé de siete meses

Su objetivo ahora que las trillizas están en segundo año de bachillerato es que terminen sus estudios y empiecen a estudiar la universidad. “Son buenas alumnas, nunca sacan 8, ese número no existe en sus libretas, todo es 9 o 10”.

María Valentina quiere seguir auditoría o ingeniería comercial. María Isabela y María Emilia desean estudiar carreras vinculadas a la informática, como programación. “Yo les enseño que ese es el futuro de todo país, las computadoras. Yo solo le pido a Dios vivir unos diez años más para dejarlas encarriladas”, manifiesta Gina.

Gina vive de los arriendos de una casa que construyó junto a su esposo. Afirma que intentará buscar al menos medias becas para cubrir la educación superior de las trillizas a las que considera como sus hijas. (I)

Gina Raffo, de 65 años de edad, se convirtió en la mamá de sus nietas trillizas luego de que la madre de las niñas fue asesinada. Foto: ALEXANDRA CASULO