El uso de cámaras trampa representa un método no invasivo de registrar patrones de comportamiento o coloraciones inusuales en ciertas especies. Un grupo de científicos las instaló en el corredor de conectividad Llanganates-Sangay, que conecta ambos parques nacionales, donde inventariaron 57 casos de animales con coloraciones distintas. Es el trabajo de doce años sacando el material de cámaras trampa.