Un distrito con casi un millón de habitantes de la ciudad china de Wuhan, donde se cree que comenzó la epidemia de coronavirus a fines del 2019, ha decretado hoy miércoles un confinamiento de cinco días debido a un rebrote de covid en sus calles.

Una decisión que muestra nuevamente lo lejos que se halla China de la normalidad postpandémica más de dos años y medio del brote en el mercado húmedo de la ciudad.

El distrito de Hanyang confinó a sus 900.000 residentes permanentes, pidiéndoles que permanezcan en sus hogares y que no salgan a no ser que sea estrictamente necesario. La ciudad de once millones de habitantes mira de reojo estos acontecimientos, preocupada por la historia reciente, a pesar de que hasta ahora las restricciones se limitan a ese distrito.

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Otras poblaciones del gigante asiático se encuentran en una situación similar sin que se haya decretado necesariamente un confinamiento de forma oficial.

En las grandes ciudades chinas, se ha instaurado la práctica de “pruebas PCR normalizadas”, según la cual los habitantes han de presentar pruebas negativas realizadas en las 24, 48 o 72 horas previas para acceder a lugares públicos.

Un hombre recibe una inyección de la vacuna Covid-19 en Burdeos, Francia, el 2 de febrero de 2022. EFE/EPA/CAROLINE BLUMBERG Foto: CAROLINE BLUMBERG

Virus por llegada del invierno

La OMS destacó a inicios de esta semana la necesidad de no bajar la guardia ahora que los casos de covid y de gripe aumentan en Europa con la cercanía del invierno, utilizando el ejemplo de la polio para justificar la utilidad de la vacunación.

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“No es el momento de relajarse”, afirmó el director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud Hans Kluge durante una conferencia de prensa en línea.

De manera similar, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) advirtió hoy que la pandemia “aún no ha terminado” y la mutación del virus que causa la COVID-19 es “más rápida” que el proceso de actualización de las vacunas, y alertó de que se espera una “nueva ola en las próximas semanas” por nuevas subvariantes de ómicron.

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En una rueda de prensa virtual, Marco Cavaleri, jefe de Estrategia de Vacunación en la EMA, explicó que, un mes después de la llegada del otoño, ya “estamos viendo un incremento general casos de COVID-19 y de la cifra de muertos” por esta enfermedad en Europa, así como un aumento de las hospitalizaciones de pacientes mayores de 65 años.

“Se espera una nueva ola en las próximas semanas causada por subvariantes de ómicron, según datos recogidos por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). La pandemia aún no ha terminado y todavía estamos en una emergencia global”, sentenció.

BQ1 se volverá predominante

La subvariante de ómicron conocida como BQ1 ha sido ya identificada en al menos cinco países europeos y, según el ECDC, amenaza con ser la predominante a finales de noviembre o principios de diciembre. Aunque no está claro si causará una COVID-19 más grave, “sí se sabe que tiene una alta capacidad de esquivar la inmunidad obtenida por vacunación o contagio natural, incluido con ómicron”.

La mutación detectada del SAR-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, demuestra que el virus es “más rápido de lo que podemos ser en la adaptación de las vacunas” y, además, solo se debería considerar la actuación de las dosis “cuando la diferencia entre las cepas en circulación y la composición de las vacunas sea mayor”.

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Vacunación por virus

Además, se espera que tanto el SAR-CoV-2 como el virus de la gripe circulen al mismo tiempo este otoño e invierno, lo que aumenta el riesgo para las personas más vulnerables.

Dado esta situación, las recomendaciones más urgentes de la EMA siguen siendo recibir la vacunación conjunta de la gripe y de la COVID-19, especialmente los grupos de riesgo, es decir, personas cuyo estado de salud les pone en mayor riesgo de desarrollar COVID-19 grave, lo que incluye a mayores de 60 años, embarazadas y pacientes con comorbilidades. (I)