Desde su hogar fue capaz de ‘tumbar’ el sistema de internet de todo el territorio de Corea del Norte. Esto sucedió en 2022 cuando Alejandro Cáceres, un estadounidense de padres colombianos, desde su casa en Florida logró paralizar los servicios de conectividad en el país asiático durante más de una semana.

Cáceres no hizo el ataque para obtener información del Gobierno norcoreano. En entrevista con El País indicó que Corea del Norte intentó espiarlo. El 24 de enero de 2021, recibió un supuesto exploit (una secuencia de comandos que explota una vulnerabilidad) que le había mandado otro hacker. Al día siguiente, Google Threat Analysis Group advirtió de una campaña de espionaje norcoreana dirigida a expertos en ciberseguridad. Abrió el archivo en un entorno seguro y, efectivamente, era un software malicioso dirigido contra él.

Si bien, el incidente fue reportado al FBI, él comenta que la entidad estadounidense no hizo nada, por lo que empezó a revisar el internet de Corea del Norte.

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Cáceres explicó que su método para desactivar el servicio de internet en Corea del Norte fue ingeniosamente simple. Al descubrir las vulnerabilidades en el primitivo sistema de internet del país, diseñó un programa que, al ser descargado, cortaba por completo la conexión. Esta acción no solo paralizó la capacidad del país para acceder a la red global, sino que también impidió que el exterior pudiera penetrar sus fronteras digitales.

El hacker documentó su ciberataque, grabando videos y tomando capturas de pantalla de todo el proceso para demostrar que lo había hecho él solo. Todos estos detalles se los reveló al medio Wired, poco después de realizar el hackeo, pero sin revelar su identidad. En ese entonces era únicamente conocido como P4x (se lee Pax).

El estadounidense mantuvo su identidad en secreto durante años, hasta que decidió dar un paso al frente y compartir su experiencia con el mundo. El impacto de sus acciones no pasó desapercibido para las agencias de inteligencia del gobierno de Estados Unidos, quienes lo contactaron para aprender de sus técnicas. Adoptado informalmente por un contratista del Pentágono, fue invitado a presentar sus técnicas a altos funcionarios de defensa e inteligencia estadounidenses.

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Cáceres tiene 39 años y es dueño de su propia empresa de ciberseguridad, Hyperion Gray. “Desde los 12 años sentía fascinación por los rincones misteriosos del mundo cibernético”, afirmó Cáceres para la cadena de televisión, Univisión.

Tras el incidente con Corea del Norte, su vida no ha cambiado demasiado: sale poco y evita los barrios problemáticos y mal iluminados. En la entrevista con El País aseguró estar armado como una medida de prevención. Desde que reveló su identidad recibe unos 200 mensajes diarios. “Muchos quieren asociarse y trabajar conmigo, otros me ven como un hacker bueno y me piden ayuda. Estoy un poco agotado”. (I)