Un río de lava parece serpentear en las faldas del volcán Fagradalsfjall, en Islandia, que entró en erupción el lunes luego de un período de extendida actividad sísmica. Aunque el peligro de la lava ha sido contenido, las autoridades han emitido advertencias porque la erupución emana “gases tóxicos mortales”.

“La policía, después del consejo de los científicos, ha decidido restringir el acceso al lugar de la erupción debido a la enorme contaminación por gases tóxicos que pone en peligro la vida”, dijo el Departamento de Protección Civil y Gestión de Emergencias de Islandia.

El volcán, que queda a 20 millas (32 kilómetros) del aeropuerto principal del país, es visitado por turistas y excursionistas. Además, está cerca de la habitada península de Reykjanes. Todos los excursionistas han sido llamados a regresar, mientras que los residentes de la población vecina deben permanecer con sus ventanas cerradas y la ventilación apagada debido al riesgo de los gases tóxicos.

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“Durante las próximas horas, es muy probable que se acumule gas alrededor del lugar de la erupción debido a la falta de viento. Se recomienda encarecidamente a aquellos que ya han emprendido la caminata hasta el lugar de la erupción, o que ya están allí, que abandonen el área”, indicaron las autoridades de protección civil.

A pesar de que algunos vuelos domésticos se retrasaron ayer por el humo que salía del volcán, el aeropuerto continúa sus operaciones con normalidad este martes.

“La erupción es pequeña y actualmente no hay emisión de cenizas a la atmósfera”, dijo anoche la Oficina Meteorológica de Islandia. Lava está emergiendo como ‘una serie de fuentes’ de una fisura de 200 metros de largo en las laderas de la montaña, mencionó el comunicado. (I)