Sonríe. Amber Pearson dice estar feliz de “salir a vivir”. Eso lo dice porque recibió un implante cerebral que le da, finalmente, calidad de vida.

Esta mujer, de Estados Unidos, además de presentar ataques de epilepsia, tiene un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Tras el procedimiento se asegura que le ha permitido controlarlos.

De acuerdo con El País, “Amber Pearson solía lavarse las manos hasta que sangraban, aterrorizada por la idea de contaminarse con los objetos cotidianos”.

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Todo fue a peor hasta que un ataque epiléptico que la dejó inconsciente le cambió la perspectiva, señaló La Voz de Galicia.

Eso fue determinante: “los médicos le aconsejaron someterse a un procedimiento poco común: una estimulación cerebral profunda (ECP)”.

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Mujer de Estados unidos recibió un implante cerebral único

El medio La Voz de Galicia explicó que Amber no fue elegida por Neurolink, la empresa de Elon Musk, para insertarle un chip.

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“Amber es la primera persona en el mundo a la que le implantaron quirúrgicamente un dispositivo que envía impulsos eléctricos a una región específica del cerebro que le permite controlar a la vez su Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que sufre desde niña, y su epilepsia, que le diagnosticaron a los 20 años”, amplíó el medio español.

La agencia AFP se hace eco de la noticia y difunde que en En EE UU esta mujer recupera la felicidad tras un inédito implante cerebral. (Photo by Patrick T. Fallon / AFP) Foto: PATRICK T. FALLON

Los médicos que actuaron en el caso de Pearson le ofrecieron implantar un dispositivo de 32 milímetros para tratar sus ataques epilépticos, confiando, publicó El País, en que sería capaz de detectar la actividad que genera esos episodios y enviar una pulsación que permita interferir ante ellos.

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Ese electrodo de 32 milímetros se implantaría en una zona del cerebro conocida como núcleo accumbens —el área asociada con la motivación y la acción, incluidos los impulsos compulsivos.

“Con ese dispositivo la idea era que ella detectara la actividad que genera esos episodios y pudiera enviar una señal que permita una interferir ante ellos. El cerebro está leyendo continuamente el cerebro, cuando aparece esa señal, le das una dosis de electricidad, como si jugaras... cada vez que veas algo, lo golpeas”, explicaron el médico y Amber.

Antes del procedimiento, analizaron cómo dar respuesta a la solicitud de Amber.

-‘Bueno, vas a entrar en mi cerebro y poner este cable, y tengo TOC, ¿puedes simplemente poner un cable para TOC?

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Esa pregunta la recordó el neurocirujano Ahmed Raslan, quien llevó a cabo el procedimiento en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón, en Portland, Estados Unidos.

-“Tomamos esa sugerencia en serio”, señaló el profesional, divulgó la agencia AFP.

Amber junto al neurocirujano Ahmed Raslan. (Photo by Patrick T. Fallon / AFP) Foto: PATRICK T. FALLON

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La técnica implicó exponerla a factores estresantes ya conocidos (en este caso, consumo de mariscos) y registrar los pulsos eléctricos. Así, pudieron aislar eficazmente la actividad cerebral asociada con su TOC, reseñó El País.

Reslan enfatiza que el dispositivo de doble función ahora vigila la actividad cerebral asociada tanto con la epilepsia como con el TOC.

Es “el único dispositivo en el mundo que trata dos enfermedades”. Además, se programa de forma independiente. Por lo tanto, el programa para la epilepsia es diferente al programa para el TOC”, apuntó El País.

La intervención se llevó a cabo en la Oregon Health & Science University de Estados Unidos en el 2019, dijo La Voz de Galicia.

Amber esperó pacientemente ocho meses para ver alguna diferencia notable en su comportamiento.

Hoy, está más segura de sí misma, Amber dijo que tardó tiempo en notar los cambios. Ya no sangran sus manos de tanto lavarlas.

“Empecé a percibir poco a poco que desaparecían ciertas acciones de mi rutina. Y luego se iban otras más”, narró Amber a la AFP.

“Estoy realmente presente en mi vida diaria y eso es increíble. Antes, estaba constantemente dentro de mi cabeza preocupándome por mis compulsiones (…)”. Amber, a sus 32 años, se describe “feliz y emocionada”. La vida también sonríe para ella.

(I)

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