El español Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, fue trasladado este viernes a la prisión tailandesa Surat Thani, donde cumplirá su cadena perpetua por el asesinato y descuartizamiento del colombiano Edwin Arrieta.

La prisión Surat Thani se encuentra en una zona despoblada y rodeada de campos de cultivo una zona despoblada y rodeada de campos de cultivo, a unos 15 kilómetros al este de ciudad de Surat Thani (más de 600 kilómetros al sur de Bangkok).

El penal se divide en diez departamentos: la cocina, la zona de confinamiento, el área hospitalaria, la zona para presos de alto perfil, dos zonas de celdas general, la zona de alta seguridad, el área de registro, la parte de mujeres y el módulo para actividades educativas.

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Esta cárcel está diseñada para presos con condenas de entre 15 años y pena de muerte. Más de 5.300 reos cumplen sus sentencias en este presidio, unas diez veces la población reclusa del de Samui, y una cantidad mayor a su capacidad.

“Lo que podemos decir es que, según las cifras oficiales del Departamento de Prisiones, esa prisión está (lo que no es sorpresa) operando muy por encima de su capacidad oficial de 3.769 presos y 429 presas”, afirmó la directora en Asia de la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH), Andrea Giorgetta, en un correo electrónico.

“Hasta el 5 de agosto de 2024, había 4.730 presos y 626 presas (en Surat Thani)”, precisó Giorgetta.

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Surat Thani

Hacinamientos en cárceles tailandesas

Hacinamiento en celdas comunitarias mal ventiladas, comida y agua de mala calidad y hasta castigos corporales son algunas de las condiciones de las prisiones en Tailandia, según el último informe sobre el estado de las cárceles publicado este año por FIDH y la Unión por la Libertad Civil.

“El hacinamiento continúa siendo endémico en las prisiones, con 112 (o el 78 %) de los 143 centros penitenciarios de Tailandia funcionando por encima de su capacidad oficial”, señalan la FIDH y la UCL en el estudio, basado en datos oficiales y entrevistas a antiguos prisioneros.

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Antiguos exreos entrevistados en el informe dicen que en algunos centros es habitual que los guardias usen porras contra presos o les obliguen a llevar grilletes, entre otros castigos, por peleas o violar alguna norma.

Otras quejas se refieren a la mala calidad de la comida, ya que el Departamento de Prisiones gasta solo unos 45 bat (1,33 dólares o 1,20 euros) en alimentar diariamente a cada prisionero, así como la falta de actividades de ocupación y reinserción.

Daniel Sancho estuvo ingresado en la cárcel de Samui desde agosto del año pasado, cuando fue puesto a disposición judicial por el crimen cometido el día 2 de ese mes en la vecina isla de Phangan.

El español vivió por temporadas en una celda con otros cuatro reos en Samui, que acoge a un total de 542 presos, aunque llegó a compartir espacio con hasta medio centenar personas.

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Pero, tras su sentencia a una cadena perpetua, fue trasladado a Surat Thani. (I)