La situación de la etnia uigur, mayoría en la región autónoma de Xinjiang (noroeste), volvió a ser un problema para China esta semana ante las miradas internacionales. El lunes pasado, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, indicó que uno de los focos de preocupación en esta área es China, a quien pidió obtener este año un “acceso significativo” a la región de Xinjiang, donde “siguen apareciendo informes de graves violaciones de los derechos humanos”.