Las protestas siguen en diferentes localidades del territorio peruano. Este mismo sábado, unos 100 estudiantes fueron detenidos en la universidad de San Marcos.

En Lima, la policía ingresó a la fuerza a la Universidad Nacional de San Marcos rompiendo una enorme reja con un vehículo antimotines y detuvo a decenas de manifestantes indígenas y estudiantes que ahí pernoctaban.

Estudiantes y organizaciones de derechos humanos acudieron a la sede universitaria a rechazar la intervención policial.

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Abogados de la región Puno que llegaron al lugar, como Efraín Sullca, denunciaron que no se permitió la presencia de los defensores y se desconoce el número de detenidos, los cargos imputados y adónde se los llevará. Los manifestantes habían pernoctado ahí a pesar de la negativa de la institución.

La universidad dijo que la Policía actuó “de oficio” porque los ocupantes no cumplieron la supuesta promesa de retirarse el jueves.

El ministro del Interior, Vicente Romero, afirmó en el Canal N de televisión que la intervención se dispuso “dentro de la flagrancia” tras reportes de autoridades universitarias de la comisión de delitos por algunos de los ocupantes.

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Agregó que los detenidos enfrentan acusaciones de actos contra el patrimonio y de perturbación de la paz.

Un portavoz de la Fiscalía, Alfonso Barrenechea, dijo que los detenidos son unos 200 y que fueron llevados a la Prefectura de Lima.

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La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) instó a “asegurar la legalidad y proporcionalidad de la intervención y garantías del debido proceso” y recalcó que llevar a los detenidos “ante autoridades judiciales y la supervisión fiscal es esencial para la protección de los derechos de todas las personas”.

La Defensoría del Pueblo denunció no se le permitió ingresar a la universidad durante la intervención. Lo mismo sucedió con parlamentarios de oposición.

Cierran ingreso a Machu Picchu

Perú cerró el sábado por tiempo indefinido el ingreso a la ciudadela inca Machu Picchu alegando motivos de seguridad ante las protestas que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, que dejan ya 46 muertos.

“Se ha dispuesto el cierre a la red de caminos inca y a la llaqta (ciudadela) de Machu Picchu ante la coyuntura social y en salvaguarda de la integridad de los visitantes”, informó el ministerio de Cultura y señaló que la medida regirá “hasta nuevo aviso”.

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El gobierno de Boluarte tomó esta decisión luego de que el servicio ferroviario desde la ciudad de Cusco hasta Machu Picchu -el único medio disponible entre ambos puntos- se suspendiera por daños a la vía férrea presuntamente provocados por manifestantes. Al menos 400 turistas quedaron varados.

Abren investigación por presunto genocidio contra autoridades peruanas

Las autoridades alegan que las marchas son promovidas por movimientos y grupos sociales radicales de izquierda que han movilizado a campesinos indígenas del sur.

Las protestas iniciaron tras la destitución y detención del presidente Pedro Castillo el 7 de diciembre después de que intentara disolver el Parlamento -controlado por la derecha-, que estaba a punto de sacarlo del poder por presunta corrupción.

La crisis también refleja la inmensa brecha social que existe entre la capital y las provincias pobres que respaldan a Castillo y que vieron en su elección una forma de revancha contra el desprecio de Lima. (I)