El pasado 20 de agosto entró en vigor en las escuelas públicas de El Salvador un reglamento renovado que busca reforzar la disciplina estudiantil. La iniciativa fue impulsada por la ministra de Educación, Karla Trigueros, quien asumió el cargo el 14 de agosto.

La normativa establece controles diarios a los alumnos antes de ingresar a clases. Docentes y directores verifican que los estudiantes lleven uniforme limpio, un corte de cabello adecuado y que cumplan con el gesto de saludar al entrar.

Quienes no cumplen con estos requisitos son separados y sometidos a sanciones. En el Instituto Nacional Técnico Industrial, en San Salvador, se documentó que los jóvenes con faltas leves recibieron como castigo cinco horas de servicio comunitario.

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Las sanciones no son definitivas si el estudiante corrige la falta al día siguiente. Un profesor explicó que los alumnos pueden evitar la acumulación de horas si se presentan con la observación resuelta, como portar el uniforme completo o el distintivo del colegio.

En algunos casos, los jóvenes fueron impedidos de ingresar a clases. Según medios locales, a varios se les solicitó salir a realizarse un corte de cabello antes de poder reincorporarse a la jornada.

Trigueros instruyó mediante un memorándum que los directores asuman la responsabilidad directa del cumplimiento de estas normas. La funcionaria señaló que su incumplimiento será considerado una falta grave de responsabilidad administrativa.

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El Ministerio de Educación sostiene que estas disposiciones buscan promover orden y disciplina en las instituciones públicas. (I)