En Colombia, entre enero y junio defensoras y defensores de derechos humanos sufrieron 524 agresiones; 58 fueron asesinados. De esos ataques, el 41,6 % se cometieron en el marco del paro nacional que vivió el país a fines de abril. Lourdes Castro, coordinadora del Programa Somos Defensores, reconocida organización no gubernamental, dice que esas cifras evidencian que durante las protestas el país pasó de vivir la violencia selectiva, frecuente contra los liderazgos sociales, a una violencia generalizada.