El 90% de las ciudades grandes del mundo corren el riesgo de inundaciones o terminar bajo del agua en el futuro. Oceanix Busan, en Corea del Sur, es un proyecto arquitectónico que busca resolver los problemas de infraestructura que nacen en ciudades con costas que debido al cambio climático se enfrentan a pérdidas de tierra.

El objetivo es que esta urbe esté lista antes de 2030, año en el que Busán aspira a celebrar la Expo Mundial 2030.

Este primer prototipo del mundo de una comunidad flotante resistente y sostenible, según sus creadores, fue presentado en la Segunda Mesa Redonda de las Naciones Unidas sobre Ciudades Flotantes Sostenibles, un comité creado por Habitat, un organismo de las Naciones Unidas. Este comité busca conseguir soluciones para ciudades que por su ubicación al pie del mar corren el riesgo mayor de inundaciones y destrucción a causa del incremento de los niveles del mar.

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Durante la presentación del evento en abril del 2022, se explicó que este proyecto es un trabajo conjunto de múltiples empresas, como la compañía de tecnología OCEANIX, el centro de Ingeniería Oceánica de la universidad de MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), la firma internacional BIG de Bjarke Ingles que construyó la Torre IQON en Quito, y la compañía surcoreana SAMOO.

Oceanix Busan se ubicará en la ciudad surcoreana de Busán, que tiene 3,4 milllones de habitantes, que es la segunda ciudad más grande del país y una de las ciudades marítimas más importantes del siglo 21. Este proyecto representa la manera con la cual muchas ciudades podrán expandirse sosteniblemente hacia al mar mientras se adaptan al nivel de los océanos y se protegen de inundaciones. Si este prototipo es un éxito, se buscaría expandirlo a otras ciudades alrededor del mundo que corren los mismos peligros. Las ciudades que podrían ser consideradas incluyen Nueva York, Miami, Mumbai, Tokio y Shanghai.

En 6,3 hectáreas, se construirán tres islas artificiales conectadas a la tierra por dos caminos a sus extremos, creando una laguna que se usará para arte y recreación, y podrá acomodar a 12.000 personas. Teniendo en mente a la cultura de la ciudad, con edificios bajos, terrazas y espacios abiertos, el proyecto busca hacer un espacio no solo para vivienda sino también para crear una comunidad. Mientras que por ahora solo se están construyendo tres islas, este proyecto tiene el potencial a crecer hasta 20 islas, alojando a más de 100.000 personas.

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Oceanix Busan se construirá entre 2025 y 2028.

Cada isla sirve para un propósito diferente, pero las tres tienen seis sistemas integrados, residuo cero y sistemas circulares (idea económica en la cual los recursos son utilizados la mayor cantidad de veces posibles), energía neta cero, alimentación, regeneración de hábitats costeros, y movilidad innovadora. Cada comunidad tratará y reabastecerá su propia agua, proporcionará agricultura urbana, y reducirá y reciclará recursos. Está diseñada para adaptarse al nivel del mar y a las necesidades de los habitantes de la ciudad.

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La primera plataforma será de alojamiento, para las personas que quieran hacer eco-turismo; tendrá opciones de eco-comercio y restaurantes locales. La segunda será dedicada para investigación marítima y para la agricultura. Tendrá torres hidróponicas dedicadas a la agricultura, y al controlar la temperatura permitirá cultivar comida en el invierno. La ultima plataforma será para las viviendas de los residentes. Tendrá edificios residenciales y programación cultural local, más un espacio abierto de comunidad en el centro para que las personas se reúnan.

A medida que se sienten los efectos del cambio climático, la infraestructura que buscan las ciudades cambian. Proyectos como estos, que muestran la innovación humana, están siendo creados a nivel mundial para aliviar las presiones de los diversos desafíos, en este caso para las personas que vivían en zonas costeras y han sido desalojadas. (I)