Lucas Nicolás Romero, es un joven 26 años acusado de asesinar a su expareja, Nahir Belén Digiglio. El pasado domingo había compartido una publicación a través de sus redes sociales con la siguiente frase: “Písame, pero cuando me levante más vale que corras”.

La amenaza estaba acompañada por la palabra “Escorpio”, haciendo referencia a su signo zodiacal, esto se repite en varios posts que realizó desde su cuenta el día previo al asesinato. “Nunca me sentí tan mal emocionalmente como me estoy sintiendo últimamente, y si me preguntan cuál es el motivo, les juro que no lo sé. Es una acumulación de cosas que me preocupan, estoy cansado de todo”, fue otra frase compartido por Romero ese día.

También publicó otra frase sobre una supeusta infidelidad. “Por pendejo estaré soltero para Navidad, nada me costaba hacerme el que no sabía que me engañaban”. El 17 de noviembre subió otra frase en relación al mismo tema: “Deja de preocuparte por la fidelidad de tu pareja si te va engañar, lo va a hacer aunque le pongas cadenas. La lealtad es cuestión de voluntad, cada quien está donde quiere estar”.

Publicidad

La joven de 23 años hallada asesinada en una casa de la localidad de San Francisco Solano, murió asfixiada, según determinó la autopsia. Romero se negó a declarar ante el fiscal y continua detenido.

“Le puso algo que le obstruyó las vías respiratorias como puede ser una almohada o boca abajo contra el colchón”, explicó a Télam un vocero judicial. Romero fue indagado por el fiscal, Martín Conde, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Quilmes, quien le imputó el delito de “homicidio agravado por mediar relación de pareja y violencia de género”.

La escena del crimen

El hallazgo del cuerpo de Digiglio se produjo el pasado lunes 5 de diciembre en una vivienda de la calle 856 al 1300, de la localidad de San Francisco Solano, Quilmes, luego del llamado al 911 de un vecino. Al arribar al lugar, personal policial encontró a la joven muerta sobre la cama de una de las habitaciones, desnuda y con una lesión en el cuello.

Publicidad

En la vivienda se encontraba Romero, su expareja y padre de los dos hijos menores de edad de la mujer, que descansaban en otro dormitorio. “Él (Romero) me dijo que era un robo, que forzaron y entraron. Me preguntó si escuchamos algo. La verdad no escuchamos nada. Escuchamos que subió rápido y me avisó que le entraron a robar”, explicó Miguel, el vecino que llamó al 911.

Si bien hacía más de tres meses que la relación entre la víctima y el detenido se había terminado, Romero y Nair vivían a apenas unos metros, eran vecinos. Ella compartía casa con su nueva pareja y, los niños, con el padre. Habían acordado que mientras él se iba a trabajar, ella se dedicaba a cuidarlos.

Publicidad

Una cámara de seguridad captó la llegada de la víctima a la casa de su ex de madrugada, ya que el custodio salía muy temprano a trabajar. No hay imágenes del hombre dejando su casa. Romero presentaba algunas lesiones que podrían ser signos de la defensa ejercida por la víctima, quien también tenía sangre en las fosas nasales. (I)