Este martes, un jurado en la Corte del Distrito Sur de Florida determinó la culpabilidad del excontralor ecuatoriano Carlos Pólit en el lavado de sobornos en el país norteamericano.

Durante dos semanas se desarrolló el juicio donde se escucharon los testimonios de varios testigos. El Departamento de Justicia presentó 14 testigos para sustentar su acusación, mientras que los abogados de Pólit presentaron tres para la defensa.

Para la defensa de Pólit los testigos del Departamento de Justicia maquillaron historias y hechos, y escondieron la verdad para que el jurado se disguste contra su cliente.

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Un edificio y un lujoso departamento de Miami, la nueva discordia en el juicio a Carlos Pólit

La jueza Kathleen Williams deberá definir en los próximos días la pena que el excontralor deberá cumplir. Las condenas máximas de los seis cargos señalados por el Departamento de Justicia suman 100 años de cárcel.

Quién es Carlos Pólit Faggioni

Carlos Pólit Faggioni tenía 28 años, cuando “constataba los aforos físicos” de la mercancía que llegaba al puerto de Guayaquil, como ‘vistaforador’ del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae). Durante casi una década (1979-1989) hizo ese trabajo y se capacitó en exportaciones aduaneras para asumir, cuatro años después (1993-1994), el rol de procurador tributario, cuya función principal era -detalla en su hoja de vida- “intervenir en la defensa de la institución”.

En ese tiempo, este abogado manabita -oriundo de Bahía Caráquez- se dedicó también al sector privado. Por veinte años (1987-2007) estuvo ligado a la inmobiliaria Polest, como socio y gerente de esta firma que ahora pertenece a dos de sus cinco hijos. Además, constituyó y fue presidente de otras cuatro empresas: En Tecnocarga, dedicada al servicio de agentes de aduanas desde 1991 y que pasó a manos de su cuñado Jorge Esteves en 1998, fue socio en sus inicios y la dirigió de 1994 a 1996; en la aerolínea Saeta tuvo acciones por menos de dos años (2001- 2003); en Adprisa, ligada al almacenamiento aduanero por diez años (1994- 2014), y en Polival Duty Free, cuyo local comercial funcionó en el aeropuerto (1994 -2012), figura como directivo por casi una década, hasta 2005, cuando su nombre ya tenía relevancia pública por los cargos que ostentó durante el gobierno de Lucio Gutiérrez (2003-2005).

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Pólit saltó a la política de la mano del Partido Sociedad Patriótica (PSP) para sorpresa de algunos de sus allegados. Pese a que recibió y rechazó las propuestas del Partido Social Cristiano para algunas candidaturas, decidió apostar por el naciente movimiento populista de Gutiérrez durante su campaña presidencial, recuerda uno de sus amigos: “Demostró que tenía mucha visión y estrategia, porque entendió que prefería ser cabeza de ratón que cola de León”.

En el gobierno de Lucio Gutiérrez se lo nombró como gobernador del Guayas (2003). Al poco tiempo, Pólit enfrentó cuestionamientos del exlegislador y primo del exmandatario Renán Borbúa por supuestamente “privilegiar” a personas de otros partidos para ocupar cargos públicos y no a integrantes de Sociedad Patriótica.

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Gutiérrez le encargó solucionar las protestas registradas en algunas provincias cuando fue su ministro de Bienestar Social (2003). También fue su secretario general de la Administración (2003- 2005) y parlamentario andino suplente (2006).

Pólit, considerado por uno de sus amigos como ‘jovial, bromista, como diría (Rafael) Correa ‘muy simpático’, escaló enseguida a un nivel más alto con el nuevo gobierno entrante, alejándose del PSP y de las empresas que dirigía. El presidente Rafael Correa lo eligió de entre una terna enviada por el extinto Congreso Nacional y fue designado, en 2007, como contralor general del Estado. “La verdad es que el contralor Pólit tenía un CV (hoja de vida) impresionante, incluyendo representaciones a nivel mundial”, apuntó Correa años más tarde (2017).

Abogado con una maestría en Derechos Fundamentales y Justicia Constitucional, Pólit estuvo frente de la Contraloría durante los diez años (2007-2017) del régimen correísta, tras ser reelegido en 2012 por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), representado mayoritariamente por profesionales afines al gobierno. En ese lapso tuvo, también, representaciones internacionales como presidente de la Junta de Auditores Externos de la Organización de Estados Americanos (2013-2019) y de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores Intosai (2010-2012).

Durante su gestión, Pólit aseguró -en una entrevista con este Diario en 2017- que la Contraloría ‘combatió’ la corrupción al entregar más de 2.200 informes con indicios de responsabilidad penal a la Fiscalía. El último año de labores, según su rendición de cuentas 2016, aprobó 3.420 informes generales de auditoría, remitió 265 informes con indicios de responsabilidad penal, predeterminó responsabilidades civiles por más de $ 1.400 millones y sanciones administrativas por $ 16,9 millones. En algunas auditorías se expusieron irregularidades en los ‘gastos especializados’ de la extinta Senain; los recursos destinados a las sabatinas del régimen correísta; el manejo de los fondos públicos para la reconstrucción de las provincias afectadas por el terremoto del 2016; y en una serie de contrataciones públicas, como la construcción del proyecto hidroeléctrico San Francisco.

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En esta última obra, la Contraloría determinó 34 glosas en contra del proveedor, consorcio Norberto Odebrecht, por un total $ 70,6 millones. No obstante, estas obligaciones se eliminaron ‘sistemáticamente’ a cambio de un primer soborno de $ 6 millones entregado a Carlos Pólit, según las confesiones de exfuncionarios de la constructora brasileña, que en diciembre de 2016 reconocieron coimar a altos funcionarios de varios países de Lationamérica para recibir ‘favores’.

Así, el escandaloso caso Odebrecht sacudió al país, despabiló a las autoridades locales y se iniciaron las investigaciones. Grabaciones, testimonios, registros digitales y otros indicios se fueron sumando en el proceso judicial hasta que cinco meses después, el 2 de junio de 2017, se dispuso allanar las propiedades de los presuntos involucrados, entre ellos el contralor Carlos Pólit. Pero era tarde, él ya no estaba en Ecuador.

Una semana antes de esa diligencia, el 26 de mayo, había recibido licencia laboral por un tema de salud. “Tenía un problema en el corazón, se iba hacer un tratamiento en Estados Unidos”, recuerda uno de los colaboradores cercanos al excontralor, quien escondía en su domicilio -según un informe policial- $ 15.000 euros en un armario, joyas, relojes de marca Rolex y Cartier, una obra de arte y otras pertenencias.

Ni la casa ni esos bienes fueron parte de su última declaración patrimonial presentada ante Contraloría (2017). Sus activos y patrimonio ascendían a $ 176.957,63, monto que incluía dinero en cuentas bancarias locales y en Estados Unidos, un terreno en Guayas y una suite en Pichincha. Su familia, en cambio, sumaba $ 15 millones en bienes en Estados Unidos.

A los pocos días del allanamiento y desde Miami, Pólit renunció al cargo de contralor. Han transcurrido cerca de siete años y aún no ha regresado. (I)