En el sexto día de la ofensiva contra Ucrania, Rusia, presionada por las sanciones occidentales, bombardeó varias ciudades y reforzó sus tropas cerca de la capital, donde espera una kilométrica columna de vehículos la orden de ataque y donde efectuó una arremetida dirigida a una torre de televisión.

La orden de ampliar la ofensiva dada por el presidente ruso, Vladimir Putin, se hizo notaria este martes en todos los frentes: el sur, el norte y el este, con el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, advirtiendo de que Rusia continuará la “operación especial” iniciada en Ucrania el 24 de febrero hasta que “alcance sus objetivos”.

Ya el lunes Putin dejó claro que solo detendrá la invasión si se toman en cuenta los “legítimos intereses de Rusia en materia de seguridad, incluyendo su soberanía de Crimea”, península ucraniana anexionada en 2014, así como la “desmilitarización y desnazificación” de Ucrania y un estatus neutral de ese país con respecto a la OTAN.

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El titular de Exteriores, Serguéi Lavrov, recordó además en un videomensaje ante la Conferencia de Desarme de la ONU que hay otras exigencias que deben resolverse antes de parar la ofensiva contra Ucrania, que siguen siendo las garantías de seguridad que pidió Rusia a EE. UU. y la OTAN para impedir la ampliación de la Alianza y el emplazamiento de armas ofensivas cerca de las fronteras rusas.

“Ya es hora de que las armas nucleares estadounidenses se las lleven a casa y la infraestructura asociada en Europa se desmantele por completo”, señaló el jefe de la diplomacia rusa, que no pudo viajar a Ginebra debido a las sanciones.

LONDRES.- Las protestas en contra del conflicto siguen alrededor del mundo. Foto: EFE

Bombardeos aumentaron

Pese a estar acorralado por unas sanciones sin precedentes y a las próximas audiencias de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por denuncias de genocidio, Putin intensificó los bombardeos.

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Según CNN, desde el inicio de la guerra Rusia ha disparado más de 400 misiles contra ciudades ucranianas.

Este martes los bombardeos alcanzaban a Kiev, cuya torre de televisión fue destruida por un misil, aunque la peor parte se la llevó la segunda ciudad de esta nación, Járkov, donde la artillería rusa golpeó la plaza más grande del país.

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El ataque sobre la capital, bombardeo del que avisó con antelación el Ministerio de Defensa ruso, tuvo lugar después de que sonara la alarma por la publicación de imágenes de un gigantesco convoy con carros de combate rusos aproximándose peligrosamente a la ciudad.

“Nadie puede venir a nuestra tierra y decirnos que no es nuestra casa. Kiev es nuestra casa”, comentó Ruslán Stefanchuk, el presidente de la Rada Suprema (Parlamento), durante una entrevista con EFE.

Un misil alcanzó la misma torre y otro cayó cerca de una estación de metro en las inmediaciones, impactos que dañaron la subestación eléctrica que alimenta el edificio y el hardware de la propia instalación.

Como resultado, murieron cinco transeúntes y otras cinco personas resultaron heridas, según datos preliminares. Varios canales de televisión dejaron de emitir inmediatamente.

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Las autoridades resaltaron que la torre se encuentra en el territorio de Babi Yar, escenario de uno de los mayores crímenes cometidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Poco antes, Rusia había alertado a los kievitas de inminentes bombardeos sobre su ciudad, que no vivía algo así desde la invasión nazi en 1941, y conminó a aquellos que vivían cerca de los nudos de retransmisión a que abandonaran sus hogares.

Bombardeos nocturnos afectaron instalaciones militares ucranianas en Brovary, cerca de Kiev. Foto: EFE

Kiev puede ser el objetivo final de la campaña militar enemiga, pero Járkov está recibiendo ahora casi todos los golpes de la máquina de guerra rusa.

En el más grave ataque contra civiles desde el comienzo de la invasión, un proyectil impactó esta mañana frente al edificio del Gobierno regional.

En las imágenes difundidas se ve cómo el obús alcanza a varios vehículos que circulaban o estaban aparcados en la plaza, matando a 10 personas e hiriendo a 35.

“Nos hemos despertado en una nueva realidad. El centro de Járkov, la mayor plaza de Europa, objeto de un ataque. ¡Horrible!”, explicó Stefanchuk.

Recordó que Járkov es una ciudad universitaria, donde la mayoría de su población habla en ruso, aunque se sientan ucranianos.

En tanto, en el este, los separatistas prorrusos en el Donbás aseguraron haber tomado el control de 29 localidades dominadas hasta ahora por el Ejército ucraniano, y denunciaron ataques con artillería de las fuerzas de Kiev contra la ciudad de Górlovka, en la región de Donetsk, donde habrían resultado heridos 16 civiles.

En el noreste, en la región de Sumy, más de 70 miliares y civiles murieron en bombardeos rusos con lanzaderas múltiples GRAD, según Ucrania.

A su vez, en el sur, ya de madrugada comenzó el asalto de las fuerzas rusas a la ciudad de Jersón, a orillas del mar Negro y junto al río Dniéper, y en Mariúpol los ciudadanos quedaron prácticamente sin suministro eléctrico por los ataques rusos.

Este martes Rusia comenzó a bombardear Kiev y se ensañó con Járkov, segunda ciudad del país. Foto: EFE

Kiev reforzaba seguridad

Según avanzaban las horas, en Kiev se reforzaban las medidas de seguridad y las líneas de defensa. Los camiones depositaban arena en varios lugares estratégicos para hacer sacos terreros, que ya cubren las puertas y ventanas de los principales edificios gubernamentales.

En previsión, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, nombró a un general, Nikolái Zhirnov, jefe de la administración militar de Kiev.

“La defensa de la capital está por encima de todo. Debemos impedir que el enemigo acceda a nuestra capital”, explicó.

Subrayó que en estos momentos Kiev y Járkov son las prioridades del jefe del Kremlin, quien usa “el terror” para doblegar la resistencia de los ucranianos.

“Avanza hacia nuestra capital, igual que hacia Járkov. Defenderemos Kiev y defenderemos al Estado. Kiev es el corazón de la ciudad. Y debe latir. Y seguirá latiendo para que venza la vida”, dijo el mandatario.

Ucrania pide ingresar ya a la UE

Por todo ello, el presidente de la Rada aseguró que el ingreso en la Unión Europea “es muy importante ahora” que el país está en guerra, aunque “siguen funcionando el Gobierno, el Parlamento y el sistema bancario”.

“También sería un gran paso para el mundo. El pueblo ucraniano está luchando por los valores europeos. No sé si existe otro país que haya derramado tanta sangre en su aspiración por ser miembro de la UE”, argumentó Stefanchuk.

Recordó que el 67 % de los ucranianos quiere que su país se suma como miembro a los Veintisiete.

“Espero que los Parlamentos europeos nos ayuden a ingresar. He hablado con muchos presidentes de Parlamentos y me dicen que están con nosotros. Nosotros estamos preparados. Ahora es su decisión”, señaló. (I)