El presidente de EE. UU., Donald Trump, aseguró este sábado que está “deseoso” de reunirse el próximo lunes en Washington con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, al que se refirió en confianza como “presidente B” y de quien destacó su “generosidad” por colaborar en materia migratoria.

“¡Estoy deseoso de ver al presidente Bukele de El Salvador el lunes!”, escribió el magnate neoyorquino al inicio de un mensaje en su red social Truth Social en el que agradeció la cooperación del país centroamericano a la hora de encarcelar en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) a personas a las que Washington ha expulsado tras acusarlas de ser miembros de las pandillas Ms-13 o Tren de Aragua (TdA).

El mensaje prosigue diciendo que ambos países “trabajan en estrecha colaboración para erradicar las organizaciones terroristas y construir un futuro de prosperidad” y que “el presidente Bukele ha aceptado con generosidad bajo su custodia a algunos de los enemigos extranjeros más violentos del mundo, y en particular de Estados Unidos”.

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“Estos bárbaros están ahora bajo la custodia exclusiva de El Salvador, una nación orgullosa y soberana, y su futuro depende del presidente B y su gobierno. ¡Nunca más amenazarán a nuestros ciudadanos!”, concluye el texto.

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Desde su regreso a la presidencia el pasado enero, Trump ya se ha reunido con otros jefes de Estado latinoamericanos, aunque Bukele será el primero al que recibirá no en su residencia privada de Mar-a-Lago (Florida) sino en la Casa Blanca, lo que subraya la buena relación entre ambos y el lugar que ocupa el expublicista en la agenda del neoyorquino.

La oficina presidencial estadounidense ya ha adelantado que en la reunión que ambos celebrarán el lunes durante la visita de trabajo de Bukele a EE. UU. se hablará de la cooperación salvadoreña en la ofensiva antiinmigración del Gobierno Trump basada en un acuerdo bilateral del que se desconocen muchos detalles más allá del pago de unos 6 millones de dólares por parte de Washington.

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En el marco de esa campaña de expulsiones a gran escala, Trump ha declarado que el Tren de Aragua está invadiendo su territorio y ha echado mano de una norma de 1897, la Ley de Enemigos Extranjeros, para expeditar procesos de deportación de supuestos miembros de la organización criminal, la cual los expertos consideran incapaz de acometer semejante asedio sobe la primera potencia mundial.

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Esa fue la ley que su Administración abanderó en un polémico operativo el 15 de marzo en el que envió al Cecot a 238 venezolanos y 23 salvadoreños a los que acusó de ser pandilleros.

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Posteriormente, y en medio de procedimientos judiciales que ya han incluido al Supremo y que aún persisten, las autoridades migratorias estadounidenses admitieron haber deportado por error al salvadoreño Kilmar Ábrego García, residente en Maryland y al que un juez había prohibido devolver a su país.

El máximo tribunal estadounidense ya ordenó esta semana asegurar su retorno al Gobierno Federal, que ha puntualizado sus limitaciones en este terreno al no estar ya Ábrego García bajo su custodia.

Sin embargo, el viernes Trump mostró su deseo de acatar lo dicho por el Supremo, lo que apunta a que el anuncio de su repatriación podría producirse durante el encuentro con Bukele el lunes. (I)