Ocho años y cuatro meses duró la batalla de Yinna contra el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Desde junio de 2014, tras el deceso de su esposo en una explosión registrada en una empresa que fabrica metales, exigió el montepío para sus dos hijos, pero el trámite se dilató. Esto, a pesar de que tres comisiones de la misma entidad concluyeron que su cónyuge murió como consecuencia de un siniestro laboral y hubo “responsabilidad patronal” del empleador por “no cumplir las medidas de prevención de riesgos del trabajo”.