Las lujosas mansiones, los vehículos y las jugosas cuentas bancarias que por años, incluso décadas, acumularon tres organizaciones delictivas que operan en el país pasaron en el último año a manos del Estado. Por decisión judicial, las propiedades de Wilder S., Lucio B. y Leandro N. se encuentran congeladas, mientras los procesos por lavado de activos contra estos narcotraficantes se sustentan en los juzgados de Guayaquil, Quito y Esmeraldas.