La primera reacción de las fuerzas políticas legislativas distintas a Acción Democrática Nacional (ADN) es de buenos augurios al nuevo presidente de la República, Daniel Noboa, y anticipan su predisposición a lograr acuerdos que permitan levantar una agenda en común para enfrentar dos temas apremiantes: la inseguridad y desempleo.

Unos resaltan de la necesidad de establecer “acuerdos de conciencias”, otros de un “gran acuerdo nacional”, también hablan de “unidad contra la delincuencia”, y que se pueden lograr “acuerdos con los 137 legisladores sin odios ni venganzas”, y para ello plantean una “tregua política”.

En el análisis que realizan los representantes de cinco fuerzas políticas de la Asamblea como Revolución Ciudadana (RC), Partido Social Cristiano (PSC), Construye, alianza Actuales y Acción Democrática Nacional (ADN), invitan a meditar sobre el mensaje del elector tras los resultados del domingo 15 de octubre; y sostienen que muchos están cansados de pactos, repartos, que los acuerdos deben ir más allá de mayorías y la designación de las autoridades del Parlamento. Que todos deberían contribuir con su voto para buscar soluciones a los problemas graves del país.

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El asambleísta nacional del PSC, Henry Kronfle, propone un “acuerdo de conciencias” con un marco mínimo que permita la viabilidad, gobernabilidad y solución a los problemas urgentes que acechan a todos los ecuatorianos, sin importar la condición social o política, como seguridad, salud, educación, empleo y lucha contra la corrupción.

Señala que sí es posible llegar a consensos, aunque sean mínimos, separando votaciones de los temas en los que todos están de acuerdo, y en los disensos buscar las mayorías; pero que en la Asamblea no debe existir el concepto del todo o nada, porque no se puede aislar a ninguna fuerza política.

Kronfle insiste que se debe sumar conciencias y no colores o números de partidos políticos e invita al gobierno de Daniel Noboa convertirse en el motor para conseguir los consensos mínimos para resolver los grandes problemas nacionales que se concentran en tres frentes: lo coyuntural, lo estructural y lo emergente, como el fenómeno de El Niño, donde la Asamblea Nacional tiene que coadyuvar.

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Añade que el nuevo mandatario es una persona fresca, apolítica, diferente y que recién incursiona en el área, y que bien puede ser el motor para lograr el “acuerdo de conciencias”. Por ello invitó a los bloques a construir la base de los acuerdos previos de gobernabilidad y luego definir a las personas más probas que puedan estar en la cúspide de la Asamblea Nacional. “No se puede empezar a enredar en quién es el presidente de la Asamblea y sin acuerdos mínimos que necesita el país para viabilizar la emergencia”, subraya.

Kronfle propone también a trabajar lo antes posible en la parte administrativa del Parlamento para resolver el tema del personal, aún están pendientes los procesos de liquidación de los servidores legislativos y además se necesita garantizar la funcionalidad de la Asamblea, antes de su instalación.

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La representante del bloque de la Revolución Ciudadana (RC), Gissela Garzón, recoge lo anunciado por la excandidata presidencial Luisa González, de que el bloque de legisladores tendrá apertura al diálogo en la Asamblea para formar parte de cualquier tipo de espacio, pero que en la agenda deben estar temas como la salud, educación, y fundamentalmente que el país tenga paz y se enfrente la migración.

La representante de Pichincha pide al nuevo presidente de la República que en los proyectos urgentes considere la propuesta del grupo de la Revolución Ciudadana (RC) de condonar deudas a la producción y remisión de intereses a los créditos educativos.

Reitera que en RC hay predisposición de ir a apoyar la gobernabilidad del país, pues hay que dejar el odio, el país necesita sanar y que se debe actuar con madurez política.

Garzón considera que se debe poner sobre el centro lo que requiere el país, pero que sería irresponsable renunciar a lo que siempre han defendido, pues advierte que no habrá acuerdos en temas como la privatización del IESS y privatización de salud.

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“La Asamblea no es para repartir, no es para un toma y dame de votos a cambio qué me ofreces, sino una institución para debatir, hablar, llegar a acuerdos y consensos”, resalta la legislador Garzón.

Jonathan Parra, del bloque Acción Democrática Nacional (ADN), anuncia que en la Asamblea Nacional no habrá pactos de “la regalada gana”, como estaba acostumbrada la vieja clase política; pero señala que apuestan a formar un solo bloque de 137 asambleístas, porque la conmoción social que vive el Ecuador por la delincuencia es un adversario en común.

Indica que Daniel Noboa pondrá en ejecución del plan Fénix que abarca una política anticriminal para combatir la inseguridad, porque eso va de la mano con la reactivación económica.

Por lo tanto, considera que es posible concretar la gobernabilidad en la próxima Asamblea estableciendo acuerdos con los 137 asambleístas sin odios, revanchas ni persecución; pero sí mano dura contra la delincuencia, la falta de empleo y de medicamentos.

El representante de ADN en Guayas insiste en señalar que el momento político es distinto a lo que pasó hace cinco años, y que eso “nos exige que nos saquemos las camisetas de los partidos políticos y nos pongamos la camiseta del Ecuador por lo menos un año y medio, donde hagamos una tregua a todas las tendencias”.

Luego, añade, en enero de 2025 cada uno se pone su camiseta de partido y habla de sus propuestas, pero ahora el momento el país requiere de unidad ante un enemigo en común que es la narco delincuencia, y para ello, revela que ya empezaron los diálogos con otras fuerzas legislativas que actuarán en el Parlamento.

Jorge Peñafiel, del movimiento Construye, sostiene que el triunfo de Daniel Noboa es un éxito de todas las fuerzas políticas que no componen el correísmo, y lo que la gente buscaba es un cambio de gobierno, pero no de tendencia.

Este sector político que en la primera vuelta electoral respaldó al excandidato presidencial asesinado Fernando Villavicencio espera que el nuevo Gobierno dé muestras de mayor claridad en la agenda de prioridades sobre temas de seguridad, empleo, corrupción e impunidad, y considera que es necesario iniciar diálogos.

El movimiento Construye, agrega Peñafiel, espera respuestas de parte del presidente electo sobre seguridad, donde el movimiento de la lista 25 propuso la creación de la unidad de élite de la Policía Nacional con capacidades propias e individuales. Otros de los temas que debe referirse el nuevo mandatario se refieren a la ley de extinción de dominio y la ley de inteligencia y contrainteligencia.

Peñafiel reitera que en la nueva composición de la Asamblea existen grupos políticos con los cuales no podrán llegar a entenderse, entre esos sectores está el correísmo, que propone siempre la impunidad. Revela que este lunes empezaron los diálogos con otras fuerzas políticas, distintas al Gobierno recién electo.

Rafael Dávila, de la alianza Actuemos (Avanza-SUMA), invita a meditar lo que pasó con la segunda vuelta, porque el triunfo electoral de Daniel Noboa refleja el deseo del Ecuador de buscar algo nuevo o algo diferente.

El representante de Loja hace un llamado a los nuevos legisladores a forjar un gran acuerdo nacional, y la Asamblea en tanto y cuanto la situación del país sea mala va a seguir desprestigiada, pero la única manera que el nivel de aceptación y confianza suba es que la gente perciba que los problemas del país empiezan a resolverse y que se trabaja para atenderlos.

La alianza Actuemos, dice Dávila, ha mantenido algunas reuniones y el afán es ayudar transparentemente al nuevo Gobierno; “creo que es el único camino que le queda al Ecuador si no queremos enfrentar el abismo que significaría tomar el camino del totalitarismo”.

Es posible concretar la gobernabilidad, sin ambages, cálculos o condicionamientos, afirma el representante de Actuemos, donde los temas seguridad y empleo sean la prioridad, porque son necesidades que están todos los días en las calles y en la mente de la gente. (I)