Sin extensos discursos y con anuncios puntuales de sus viajes, actividades y nombramientos de su futuro gabinete y reconociendo que “habla poco, pero espeso”, el presidente electo Daniel Noboa Azín se alista para gobernar Ecuador por unos dieciocho meses. Para expertos en comunicación, si bien el hermetismo marca la personalidad del joven político también consideran que al ser milenial ve y hará una política diferente, sin desgastar su imagen y hablando poco, pero espeso, dando resultados y no solo anuncios.

Entre los retos comunicacionales que el nuevo mandatario tendrá están el hacer que su comunicación presidencial y la de toda la estructura gubernamental funcione, no caiga en disonancias e incoherencias y sea la consecuencia de su gestión, enfocada en prioridades; no dejarse llevar por la presión de las redes sociales y llegar a toda la población ecuatoriana, puntos en los falló el gobierno saliente.

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Tareas que recaerán en el consultor y estratega político Roberto Izurieta, actual embajador de Ecuador en Chile, y de quien Noboa dijo que confía plenamente en su experiencia y habilidades. Para Izurieta no será la primera vez al frente de esta cartera de Estado, la presidió en el gobierno de Jamil Mahuad Witt (1998-2000).

Alejandro Zavala, consultor político, dice que con Noboa nos estamos encontrando con un nuevo tipo de liderazgo, uno más milenial, que dista de lo que han venido estando acostumbradas por décadas los ecuatorianos.

“Las generaciones X y los boomers estamos acostumbrados al político de barricada, de discurso agitador, de tribuna, de mitin, de balcón, pero el liderazgo de Daniel Noboa es más calmado, tranquilo, menos expresivo, comunica poco, pero espeso y lo más importante es que no se está dejando llevar por la ola de la presión”, explica.

Para Zavala es muy posible que el futuro mandatario opte por tener un vocero que atienda las necesidades de comunicación constante con la prensa y no veremos a un presidente comunicador que puede terminar “siendo tóxico y con un Estado de propaganda”.

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El consultor político Carlos Ferrín explica que las vocerías son buenas para un mandatario cuando tienen el fin de anticipar y pone de ejemplo el caso de México en la que cada mañana el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador hace anuncios y con eso establece lo que los medios hablaran y así cada día y cuenta en tiempo real lo que está pasando y no esperar a que sea después de una crisis.

Asimismo, menciona que lo que está viendo con Noboa es el intento de comunicarse trasmitiendo liderazgo no de forma paternal.

El presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa, mantuvo un encuentro con migrantes ecuatorianos en Roma (Italia), el martes 24 de octubre de 2023. Foto: Cortesía / equipo de Daniel Noboa.

Gustavo Isch Garcés, consultor y analista político, difiere en que un vocero sea necesario y considera que puede funcionar si se articula que se activen vocerías desde los diferentes ministerios y secretarías para que no se desgaste la imagen del mandatario y se vuelve el objeto principal de críticas y cuestionamientos e impide el surgimiento de nuevos liderazgos.

Con Isch coincide Leonardo Laso, experto en comunicación política y ex titular de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia (Segcom), que cree que estas vocerías, que deben articularse desde sectores estratégicos, deben ir acompañado de una organización exhaustiva para dar armonía y evitar disonancias, además de una vocería presidencial.

Laso comenta que, a su juicio, Noboa se está mostrando como un político que le gusta comunicar lo que hace y no lo que va a hacer y cree que es probable que el presidente electo se apoye en su esposa Lavinia Valbonesi, una influencer para tener entrada con los sectores sociales.

“El presidente es un hombre parco y de resultados, no de anuncios y eso me parece una virtud. No sirve salir a decir voy a organizar las cárceles y si en ocho días pasa algo y ya no lo pude hacer. La noticia la daré cuando la haya organizado”,

Comunicación digital de Daniel Noboa ‘dio giro correcto’

Pese a cualquier cuestionamiento que se le quiera hacer al nuevo mandatario por ser aparentemente hermético, Laso dice que su comunicación digital está yendo por buen camino y que está girando a como debe ser una comunicación gubernamental.

“Lo hizo bien en campaña y su comunicación digital ya está empezando a girar correctamente. Vemos: me reuní acá, lo anuncio; voy a bajar el IVA, lo anuncio. La comunicación del presidente es relativamente fácil si es un buen emisor y está permanente informando y para mí tiene que trabajar en organizar la comunicación de la estructura de gobierno, que le dará problemas si no se organiza bien”, explica.

Este giro que ha dado su comunicación digital, dice Zavala que se debe mantener y seguir comunicando cada vez más certezas que promesas y que eso lo diferencia de la comunicación de campaña.

“En la comunicación de gobierno hay que rendir cuentas todo el tiempo, qué estoy haciendo y cómo, el formato puede ser cualquiera, puede seguir haciendo Tiktoks y posteos en Instagram, las herramientas no son lo importante si no la estrategia que se tenga detrás”, menciona.

Asimismo, Ferrín añade que es necesario que lo que se vaya a comunicar vaya acorde al clima social y no desentonar comunicando algo con alegría en momentos que el país esté pasando por una situación compleja o de tensión.

“Si van a jugar a la viralidad que tenían en la campaña, deben entender que eso tiene un ánimo muy diferente a la gestión gubernamental donde sí te van a criticar si haces videos bailando, a Lasso le pasó y Tiktok se volvió su peor enemigo. Por eso hay que ir viendo en qué momento sí y en qué momento no usar esas estrategias”, refiere.

No obstante, para Isch sí se sintió una ausencia de Noboa cuando decidió emprender una gira en el exterior, justo en momentos en que el país estaba en el inicio de la crisis energética, pero destaca el que se haya mantenido el informar qué iba haciendo en estos países y qué fue a buscar.

Asimismo, dice que aunque no ha salido a dar declaraciones ni ha dado entrevistas, se ha apuntado algunos titulares de prensa con noticias como los anuncios de sus futuros ministros; el acto urgente que presentó en la Fiscalía para que recabe declaraciones de la excandidata Luisa González, en las que lo acusó de evadir impuestos; los diálogos que han existido entre bancadas en la Asamblea Nacional y su rechazo a la idea de enjuiciar políticamente a la fiscal Diana Salazar.

¿Qué retos tendrá el nuevo gobierno en comunicación?

En base a su experiencia cuando fue titular de Segcom en el gobierno saliente, Lasso dice que los retos de Noboa estarán en que su comunicación se convierta la consecuencia de su gestión y cuenta que este fue un problema que enfrentó cuando estuvo al frente de la Segcom al no tener acciones de gestión, que estén solucionando los problemas de la gente, para comunicar lo que hace que la comunicación se torne defensiva.

Para evitar situaciones como las que le tocó enfrentar, las que califica como apagar incendios, Noboa debe definir prioridades de gestión y generar resultados a corto plazo, respecto a seguridad y economía y dice que cree que el presidente electo sí lo está haciendo así y puede llegar a dar la percepción de que se están logrando cosas.

Zavala concuerda en que Noboa debe empezar por no cometer las mismas falencias en las que incurrió su antecesor Guillermo Lasso, que no logró crear un mito de gobierno ni establecer comunicación con todos los ecuatorianos.

“La comunicación del gobierno saliente fue un absoluto desastre, ganaron la segunda vuelta con la estrategia del Ecuador del encuentro y los secretarios de comunicación nunca pudieron ejercer bien el cargo... no supieron crear el mito de gobierno. Por ejemplo, Rafael Correa creó el mito de Robin Hood, de quitarle a los ricos para darles a los pobres, los ricos eran malos, los empresarios, los medios de comunicación eran los malos y el pueblo era el lindo y así creo: la patria es de todos y con eso nos atosigó diez años y tiene hasta hoy altos niveles de popularidad”, subraya.

Isch considera que otro reto será el tomar a consideración es el contexto en el que da declaraciones y dice que ya se vio un ejemplo del impacto que causaron sus reuniones con organismos financieros y prestamistas y sus declaraciones posteriores sobre el posible default en el que puede caer Ecuador y la necesidad de créditos que hicieron que el riesgo país suba 74 puntos.

Asimismo, subraya que será importante que no se aleje del grupo etario al que pertenece, que son los jóvenes, pero sin descuidar a los otros grupos etarios de la población con los que la comunicación puede ser diferente, pero tienen altas expectativas de cómo será su mandato.

“Un político tiene éxito cuando le habla a la gente lo que necesita escuchar, pero no mentiras ni falsas esperanzas, si no verdades de una gestión transparente y que sea empática con sus necesidades, que están más que definidas: seguridad, falta de empleo, acceso a la salud, inversiones, apoyo a emprendimientos, entre otras. pero sin amarres políticos, explica.

Otro reto menciona que será no dejarse llevar por la presión de las redes sociales, que a fin de cuentas no definen nada, como sí lo hizo el presidente saliente y terminó afectado en su credibilidad.

Para Ferrín, Noboa tiene dos vías: hacer una comunicación simple y orgánica, aunque no siempre efectiva y una comunicación con inversión de recursos y dice que si logra usar las dos de manera equilibrada puede ser muy favorable.

“Ya tuvimos momentos como en el gobierno del correísmo, que se llegó a decir que gastaban mucho dinero en comunicación... para comunicar se necesita dinero y es algo que se tiene que flexibilizar y entender que la comunicación tienen un rol importante”, sostiene.

Daniel Noboa, presidente de la República electo, habla con la prensa después de una reunión con Samantha Power, administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, en el Swissotel, en Quito. Foto: Alfredo Cárdenas.

Hermetismo de Daniel Noboa podría ‘desfavorecerlo’

Noboa ha expresado que tiene intenciones de volver a terciar por la Presidencia en el 2025 para continuar con su plan de Gobierno, pero dice Laso que si sus estrategias de comunicación no terminan siendo buenas y se mantiene hermético y no organiza la comunicación gubernamental correctamente, esto le pueda jugar en contra.

“Ese hermetismo que puede ser bien intencionado puede generar vacíos... percepciones negativas y que no tiene nada que comunicar”, dice.

Isch considera que ningún presidente debe ser hermético, pero tampoco prestarse a la fama que le puede dar el cargo y guardar siempre coherencia con los hechos y decisiones que tome en todo el tiempo que dure su gobierno.

“Veamos lo que al presidente saliente se le ocurre hacer, ampliar la seguridad y protección a dos años para expresidentes, ex vicepresidentes y sus cónyuges cuando el mismo, a los cuatro meses en el cargo, retiro esa seguridad a sus antecesor, un presidente debe evitar ser incoherente”, apunta.

Zavala difiere y dice que hay que diferenciar entre la comunicación del presidente y la de su gobierno y que si esta última es efectiva y se comunica en 360 grados, Noboa no tendrá que cambiar sus formas de comunicar.

“Si yo, como ciudadano, me entero de todo no tengo por qué escuchar a diario al presidente, eso contribuye a desgastar su imagen”, comenta y explica que se debe tomar en consideración la presión que los líderes de opinión, las redes y los medios de comunicación están ejerciendo al esperar que hable y conceda entrevistas todo el tiempo. (I)