Entre fallidos habeas corpus para liberarlo, pedidos de otorgarle un salvoconducto, intentos de visitas de sus defensores, plantones en Ecuador y en diferentes países, la creación de una veeduría y de un comité internacional y hasta una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para constatar las condiciones de su detención y que derivó en la ampliación de medidas cautelares, ha transcurrido ya un año desde que Jorge Glas fue detenido en la Embajada de México en Quito, la noche del 5 de abril de 2024.