Las ciudadanas Mónica Luzarraga, Nélida López y Gabriela Goldbaum comparecieron ante la Asamblea Nacional este martes, 11 de marzo, para solicitar que se tipifique en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) la violencia vicaria.

Las tres mujeres señalaron que la violencia vicaria la comete una persona con el propósito de causar daño psicológico, emocional o físico a la mujer, utiliza a sus hijos e hijas, a menores de edad bajo su custodia o tutela, con el fin de ejercer sobre ellos maltrato o manipulación para afectar directa o indirectamente a la madre.

En la sesión se presentaron incidentes con las barras altas, que fueron desalojadas por la escolta legislativa, y también el legislador John Polanco (ADN) apeló a la presidencia de Viviana Veloz (RC), pero esta no pasó. ADN intentó incluir una moción previa tras la comparecencia de las tres mujeres.

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Veloz dijo que apelar a la presidencia también es una forma de violencia y, dirigiéndose al bloque de ADN, agregó: “Su gobierno me ha denunciado y me está persiguiendo, y lo voy a hacer público hoy en la noche, todas las arbitrariedades y persecución política que el Gobierno, al que ustedes representan, está realizando a mí y a mis familiares; no me voy a quedar callada”.

Ciudadanos que estaban en el sector de barras altas del pleno de la Asamblea Nacional fueron desalojados por disposición de la presidenta Viviana Veloz, mientras en el pleno estaban en comisión general para recibir a Gabriela Goldbaum sobre la violencia vicaria. Foto: Alfredo Cardenas

Luzarraga fue la primera en ser recibida en comisión general y le dieron cinco minutos para exponer ante el pleno. Ella dijo que es urgente y necesario tipificar de manera clara la violencia vicaria en la legislación nacional, pues reiteró que esta clase de violencia puede definirse como aquella conducta en la que el agresor utiliza a los hijos e hijas comunes como un instrumento de agresión hacia la mujer, generando en ella un daño psicológico, emocional y, en muchos casos, uno físico indirecto, al manipular a los hijos en común para que actúen en su perjuicio.

Además, expuso que esta forma de violencia se constituye en un mecanismo de control, dominación y humillación, en el que el agresor busca efectiva e implícitamente el sufrimiento hacia la madre utilizando a los hijos como una extensión de su agresión.

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Nélida López, a quien también se le dieron cinco minutos, reiteró la urgencia y la necesidad de tipificar la violencia vicaria como un delito dentro del marco normativo y reconocerla como una categoría específica de violencia con un enfoque de género y de derechos humanos.

Sostuvo que esta violencia es una forma extrema en la que los agresores utilizan a los hijos e hijas como instrumentos para dañar, castigar y ejercer control sobre su madre; especialmente, en un contexto de separación o en un conflicto puntual. Agregó que no son solo amenazas ni manipulación, sino que se incluyen actos de violencia psicológica y física e incluso letal, los cuales dejan secuelas irreparables en la vida de las mujeres y los infantes ecuatorianos.

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Frases como “Si me dejas, te quito a los niños” o “Si me dejas o me demandas por una pensión alimenticia, vas a conocer quién soy yo” constituyen ejemplos de violencia vicaria, anotó.

Luego, fue recibida en el pleno Gabriela Goldbaum, exesposa del presidente Daniel Noboa, lo que motivó que, al inicio de su intervención, la presidenta de la Legislatura, Viviana Veloz, la interrumpiera. Ella pidió silencio en las barras altas y luego ordenó su desalojo debido a los reclamos por la presencia de Goldbaum.

La exposición de Goldbaum duró quince minutos y empezó señalando el concepto de violencia vicaria, que es un tipo de violencia extendida, desplazada y cuyo fin último es herir a la mujer a través de los que más ama, sus hijos. Que esto se observa cuando el agresor, que es una expareja, no tiene control directo sobre la mujer, pero busca herirla a través de sus hijos y otros miembros del círculo familiar. Afecta su bienestar físico, psicológico y emocional.

Ella expuso en el pleno que su exesposo ha instrumentalizado a su hija, la ha usado como objeto para causarle dolor y mantenerse en constante estado de sospecha. No solo a su pequeña hija, también a su padre, a su hermano y a todas las personas que la han apoyado y defendido.

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Este tipo de comportamiento, añadió, se define como violencia vicaria, una forma de abuso cruel y devastador. “Te quiebra por dentro, te destruye, te hace sentir culpable de ver sufrir a tus seres queridos. Es padecer una guerra. La violencia vicaria es muerte en vida. Comenzó en 2019 cuando decidí separarme de él”, manifestó.

En su intervención narró su historia y afirmó que desde su separación ha sido objeto de una persecución judicial, sumando 42 demandas en su contra y contra su familia. No existe un momento ideal para reclamar, cualquier momento será vital para reclamar por el bienestar de su hijo o hija; que, en su caso, lleva reclamando seis años. “Hago público mi caso porque esto se trata de violencia vicaria”, apuntó. (I)