Los moradores del barrio Machala Libre, en el norte de la capital de la provincia de El Oro, vivieron más de cinco horas de horror, producto de dos ataques armados en el velorio de uno de sus vecinos.

Kevin Ayoví Bedoya fue asesinado la tarde del jueves 13 de junio. Su madre, para que la familia y amigos pudieran darle el ultimo adiós, lo trasladó a su casa, sin imaginarse que la violencia seguiría tras la muerte de su hijo de 31 años.

El ataque se produjo la noche de este sábado, 15 de junio, mientras las personas estaban acompañando en el lugar, conversando y rezando por el descanso de Ayoví.

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A las 21:15, al sitio llegó una camioneta de color blanco y se estacionó en la esquina del velorio. Una de esas personas llamó a Kevin Magallanes Hermidas, de 22 años, quien era el mejor amigo de Ayoví.

Testigos indicaron que la víctima aparentemente conocía a la persona que lo llamaba, pues no dio señales de intentar huir. Cuando se estaba acercando, le dispararon. El cuerpo quedó tirado en la cuneta de la vía, con heridas de bala a la altura de la cabeza.

Al llegar las unidades de emergencia, solo confirmaron que no tenía signos vitales. La Policía Nacional entrevistó a varios testigos, fijó indicios y levantó el cuerpo para llevarlo al centro forense, luego se retiraron del lugar.

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Ante lo ocurrido, todas las personas del lugar se retiraron. La familia cerró las puertas de la casa y se acostó a descansar creyendo que la violencia había terminado.

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Sin embargo, cerca de las 01:50 de este domingo, 16 de junio, llegaron varios sujetos armados con pistolas y fusiles a bordo de una camioneta y dos motos. De inmediato procedieron a disparar contra la vivienda.

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Al romper las seguridades de la puerta, ingresaron a la casa y fueron directamente hasta el ataúd de Kevin Ayoví, le lanzaron combustible y luego incendiaron el lugar.

Al sitio regresaron agentes policiales y personal del Cuerpo de Bomberos para controlar el fuego. Se presume que los autores de este segundo atentado son las mismas personas que asesinaron al amigo de Ayoví, ya que observaron la misma camioneta blanca doble cabina. (I)