La salida de los estudiantes se da solo con la entrega del menor al representante de familia o bajo autorización de los propios padres para su salida, además tienen cámaras que monitorean los movimientos en las puertas del establecimiento educativo, y los docentes están vigilantes como “policías” de los movimientos de los chicos a su despedida por las dos puertas abiertas en determinados horarios.