La llegada de un gran dron con carga explosiva alertó por segunda vez, este jueves 5 de septiembre, a quienes vigilaban la cárcel La Roca, dentro del complejo carcelario de Guayaquil, ubicado en la vía a Daule.

En una explosión controlada se destruyó este objeto junto con parte del techo de ese centro carcelario donde está recluido el exvicepresidente Jorge Glas, entre otros procesados de casos relevantes como Metástasis y Purga que investigan el delito de delincuencia organizada.

Francotiradores se ubicarán en la cárcel La Roca tras incidente con un dron cargado de explosivos

Hace un año la situación fue similar y la detonación de ese artefacto derivó en el traslado de siete procesados por el asesinato del excandidato presidencial, Fernando Villavicencio, a la Penitenciaría, en donde finalmente los mataron.

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En esta ocasión no se hizo ningún traslado de privados de libertad, pero desde el Gobierno sí se decidió revisar qué mecanismos tomar para evitar este problema en esa zona carcelaria del noroeste de Guayaquil.

El comandante general de la Policía Nacional, Víctor Zárate, explicó que se busca adquirir tecnología para evitar que esos incidentes se vuelvan a repetir, pero que el sistema de contratación pública no es ágil y se trabaja para que todos los insumos necesarios lleguen a la institución y al Bloque de Seguridad.

Este Diario consultó con especialistas en seguridad para conocer qué medidas se deberían tomar además de la colocación de francotiradores y otro contingente actual que dispone el Gobierno.

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En septiembre del año pasado, un dron aterrizó sobre el techo de La Roca, la detonación controlada dejó daños similares a los actuales

El abogado penalista Julio César Cueva, experto en seguridad carcelaria, explicó que para combatir los drones no solo sirven los francotiradores, la herramienta más eficaz y sencilla es la de colocar inhibidores de señal celular.

“Porque así se podrá cortar también la señal que recibe el dron para operar, con bloqueadores de señal ya no pueden operar, no pueden coordinar la operación, es imposible saber desde dónde salen los drones pero si al llegar a la cárcel ya no tiene señal, se cae el dron”, sostuvo él.

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Él sugiere que esta medida es más efectiva que los francotiradores porque de noche es muy difícil por la dificultad de visión nocturna para los policías.

Militares ingresaron a la cárcel La Roca luego del aterrizaje de un dron en unos de los techos de los pabellones. Foto: Francisco Verni Foto: Francisco Verni Peralta

Luis de Guzmán, analista de seguridad y estrategia, mencionó que lo principal es adquirir el sistema que se denomina “cortina de hierro” que son unos softwares que inhiben la potencia de los drones, hacen que pierdan autonomía y evitan que lleguen a su destino para causar el daño.

Añadió que también es importante tener un dron de mayor capacidad que permita capturar a los drones que van a atacar, se acercan a esa zona y trasladarlos a un espacio seguro que no sea algún peligro.

Otra de las medidas, son torres vigías para detectar la llegada de los drones de manera visual.

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Él refirió que es necesario que se coordinen estas medidas para mantener un mayor control de estos espacios y evitar alguna emergencia o situación mayor.

El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, comentó que para prevenir este tipo de hechos se requiere el uso de la tecnología que ya está en proceso de contratación, pues hubo problemas al principio del año con los recursos económicos en la caja fiscal. (I)