Una operación policial sorprendió este fin de semana a quienes viven al pie del estero Salado, en las calles 21 y callejón Chambers, en el suburbio de Guayaquil.
Policías llegaron a la zona y allanaron una casa de caña ubicada a pocos metros del agua. Ahí descubrieron que era el escondite de más de 20.000 camaretas.
Los uniformados que realizaron la investigación indicaron que el material explosivo (camaretas) es utilizado para la intimidación a locales comerciales con fines extorsivos.
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En la vivienda se almacenaban fundas con 200 paquetes, cada uno contenía 100 camaretas, dando un total de 20.000 explosivos de este tipo.
Los indicios fueron entregados al Grupo de Intervención y Rescate (GIR) para su destrucción. No hay detenidos hasta ahora.
Se conoció que la Fiscalía abrió una investigación para dar con los responsables y que el delito que se investiga es tráfico de armas de fuego, municiones y explosivos prohibidos o no autorizados, tipificado en el artículo 361 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
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“La persona que fabrique, suministre, adquiera, comercialice o transporte armas prohibidas en la normativa legal vigente o no autorizadas por la autoridad competente del Estado, sus partes o piezas, municiones, explosivos, accesorios o materias destinadas a su fabricación, será sancionada con penas mayores a la del articulado anterior, es decir, penas de prisión que pueden ir de cinco a siete años”, señala la ley. (I)
