Cincuenta personas que representan a 27 entidades públicas y privadas se reunieron este martes, 30 de julio, en la Empresa Pública de Seguridad de Guayaquil (Segura EP) para conformar la red cantonal de atención a la violencia intrafamiliar.

Esto luego que en abril se aprobó la ordenanza que busca prevenir y erradicar la violencia de género.

En la cita estuvieron delegados de la Policía, de la Fiscalía, del Municipio local, del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de las Mujeres (Cepam), de ONU Mujeres, de algunas casas de acogida y hasta de los consultorios jurídicos de varias universidades.

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Concejo cantonal aprueba en primer debate ordenanza que busca prevenir y erradicar la violencia de género en Guayaquil

Todos estos dan de forma gratuita servicios a quienes son víctimas de violencia doméstica. Algunos pueden ofrecer atención médica y psicológica, mientras otros dan asesoría legal y patrocinio, es decir, acompañan a denunciar a los agresores y siguen los procesos legales.

Alexandra Banchón, jefa de atención a violencia del Centro de Equidad y Justicia, una oficina ubicada frente al edificio municipal, donde se guía a las mujeres y también a hombres que han sido agredidos, fue parte de ese encuentro.

Banchón es una abogada con más de 25 años de experiencia y contó que la idea es que la red cantonal se plasme en una guía de servicios para que las víctimas puedan acceder de forma más fácil y rápida a la ayuda que requieran.

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Este martes se conformó la red cantonal de atención a la violencia intrafamiliar, en la que participaron 27 entidades; se hará una guía de servicios para las víctimas Foto: Cortesía Segura EP

“Que se pueda geolocalizar el servicio por entidad, con la ubicación de cada entidad, el horario de atención y qué tipo de asistencia brindan. Por ejemplo, quién puede patrocinar casos o dar atención psicológica”, explicó Banchón.

Ella acompañó este fin de semana a la mujer que fue maltratada por su pareja dentro de un carro que fue estacionado afuera de una gasolinera del norte de Guayaquil y cuyo caso fue viral. La abogada sostuvo que la víctima finalmente puso la denuncia, aunque al principio no quería hacerlo.

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Dijo también que se hizo la valoración médica y que gracias a ese trámite se pudo procesar a su pareja, el hombre identificado como Gabriel M., quien recibió una sentencia de 30 días de cárcel.

Esta es la máxima pena que se contempla en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) en caso de agresiones que no superen los tres días de incapacidad y que se cataloga como una contravención.

Un mes de cárcel para Gabriel M., el hombre que agredió a su pareja en un carro en el norte de Guayaquil

“Si ella no se hubiera hecho la valoración, a él no lo dejaban preso”, comentó la abogada Banchón y agregó que la joven agredida también recibió una boleta de protección.

La funcionaria espera que la mujer en este caso acuda a su oficina para recibir terapia psicológica y salir de ese círculo de violencia.

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La abogada Alexandra Banchón es la jefa de atención en los Centros de Equidad y Justicia del municipio. Ella atiende cada día a decenas de mujeres que necesitan asesoría legal sin costo para denunciar a su agresor. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

En las dos oficinas que tiene el Municipio de Guayaquil para atender a víctimas de violencia se ha recibido a más de 1.300 personas en lo que va del 2024, según datos oficiales.

En la oficina del Cepam, ubicada junto al mercado Caraguay, se ha atendido a 1.242 mujeres, 968 son usuarias que ya tienen algún tiempo acudiendo a la organización y 264 son mujeres que han llevado en los últimos seis meses para pedir ayuda.

Segura EP informó que hasta el 28 de julio se han recibido a través del 911 un total de 9.068 llamadas para reportar violencia doméstica, solo en Guayaquil. Son unos 43 casos por día y más de 1.200 cada mes.

Esto mientras en la Fiscalía del Guayas se asentaron de enero a junio 4.136 denuncias por violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar.

Las entidades que conforman la red cantonal destacan la necesidad de educar a mujeres y hombres para detectar de forma temprana signos alarmantes como el chantaje, la mentira, los celos, antes de llegar a los golpes.

Par esto usan una herramienta pedagógica denominada el violentómetro, una especie de termómetro que alerta si se van normalizando los malos tratos en una pareja. (I)