Bajo el sol de Quito, en las avenidas Logroño y de la Prensa, en el norte de la capital, una gran afluencia de vehículos se constató en el lugar donde la noche de este jueves, 19 de junio, un objeto explotó sobre la arteria. Aún se desconoce si se trató de una granada o un taco de dinamita.

Más allá de la alta circulación, transeúntes y, principalmente, comerciantes mostraron esa preocupación latente en las miradas.

El dueño de un bazar, justo frente a la zona en la que se generó el incidente, se situó tras las rejas desde donde atiende a los clientes y, con unos lentes en la cabeza, examinaba una y otra vez el video del presunto atentado.

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“Lo único que le puedo decir es que fue un estruendo espantoso. Todos nos asustamos, hasta mi perrito salió volando y creo que está con algún problema en las orejas. Bajé de inmediato y solo vi personas heridas y ambulancias”, sostuvo Carlos C. al describir el momento.

El sector donde explotó la bomba en el norte de Quito lucía con poca circulación vehicular. Foto: Alejandro Ortiz

A escasos pasos está una ferretería. Su propietario, Emilio A., aseguró que vive muy cerca del lugar del incidente, pero cuando se enteró solo llegó para verificar que su negocio estuviera bien.

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“No escuché nada, solamente me hablaron sobre una bomba y corrí a ver el negocio. Este es mi patrimonio y no puedo dejar que se pierda. Esto es incontrolable”, añadió el ciudadano.

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Cerca de la esquina, entre las avenidas Logroño y Amazonas, frente a la estación El Labrador del Metro de Quito, el encargado de un restaurante estaba justo cerrando cuando se generó la explosión y solo pudo volver a entrar al local.

“Me quedé hasta más tarde por el evento en el Bicentenario y vi pasar a dos tipos en moto. No sé si fueron ellos, pero sentí el estruendo y lo único que hice fue meterme al local otra vez y cerrar la lanfor”, apuntó el hombre, quien prefirió mantener su nombre en reserva.

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Según información de la Policía Nacional, un sujeto habría lanzado un objeto explosivo que detonó en la calle Logroño, entre las avenidas Amazonas y de la Prensa, en los exteriores de un centro de diversión nocturna, en el norte de Quito.

Esa misma entidad confirmó a EL UNIVERSO que tres eventos más se han suscitado bajo las mismas características en lo que va del año.

No obstante, mencionó que los lugares exactos no los tenía a la mano y estaba a la espera de finalizar las investigaciones pertinentes para informar sobre este tipo de delitos con un vocero.

En videos compartidos en redes sociales se pueden ver los daños que dejó la onda expansiva en un taxi y otro vehículo.

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“Posiblemente se trataría de una extorsión hacia el local”, dijo Christian Proaño, jefe del distrito Eugenio Espejo.

La Policía detalló que se acordonó la zona para las pericias respectivas y que se están realizando las investigaciones correspondientes para identificar a los responsables.

Personal del GIR colaboró para determinar el tipo de explosivo empleado en este ataque.

Miembros del Cuerpo de Bomberos sostuvieron que las personas heridas tienen lesiones leves a causa de las esquirlas del explosivo.

En 2023, dos coches bomba estallaron entre la noche y la madrugada del 30 de agosto. Uno se identificó en la calle Robles, en el sector de La Mariscal, cerca de la extinta Secretaría Técnica de Drogas.

Mientras que el segundo explotó en la avenida 12 de Octubre, en el norte de Quito. Personal de la Policía Nacional encontró un auto abandonado con dos cilindros de gas en el interior.

La primera detonación ocurrió pasadas las 18:00, y la segunda, a las 02:00.

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La avenida de la Prensa y sus calles laterales han sido testigos de algunos eventos trágicos, entre ellos el asesinato de dos hombres, la madrugada del 5 de junio pasado, al estilo sicariato.

Este evento se suscitó cerca del antiguo aeropuerto Mariscal Sucre, en la calle Nicolás López. (I)