La decena de orificios formados en la pared de una vivienda, a causa de los balazos, da cuenta del nivel de violencia del ataque perpetrado la madrugada de este viernes en las calles 33 y Capitán Nájera, en el suroeste de Guayaquil, durante el cual un niño de 11 años fue asesinado.

Mientras, otro menor y una mujer resultaron heridos y permanecen hospitalizados en una casa de salud, con pronóstico reservado.

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El mayor Miguel Naranjo, jefe de operaciones del distrito Portete, contó que los victimarios se acercaron al lugar a bordo de dos vehículos y atacaron a quienes se encontraban comiendo.

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El uniformado señaló que, según los indicios balísticos identificados, los atacantes usaron un arma larga (tipo fusil) de calibre 2,23 y otra de 9 milímetros.

“(La) de 2,23 es un arma larga que utilizaron en contra de la humanidad de las personas que se encontraban ahí en el lugar”, relató el jefe policial a Ecuavisa.

El menor fallecido, agregó Naranjo, era tío del niño que resultó herido. En tanto, la mujer es madre de uno de los dos.

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El niño asesinado recibió disparos a la altura del pecho y en una de las piernas. El otro menor, que está hospitalizado, registra una herida en la cabeza.

Durante el último trimestre del año anterior, hasta mediados de diciembre, en provincias como Guayas y Manabí al menos cinco menores fueron víctimas colaterales de ataques violentos registrados en esas jurisdicciones. (I)