El Ecuador debe convertirse en un país competitivo a nivel internacional. Desgraciadamente los altos costos de producción, rigidez laboral, elevados impuestos y un excesivo gasto público hacen necesarias medidas más radicales a las anunciadas para lograrlo. Se debe trabajar en dos frentes simultáneamente: bajar los gastos y aumentar los ingresos a través de la competitividad. El primer punto es donde más se han prometido cambios: eliminación y fusión de ministerios, reducción de personal burocrático, focalización de subsidios, optimización de empresas públicas, entre otras. Sin embargo, las cifras oficiales todavía muestran un gasto corriente superior al 2017, esperamos que los cambios ofrecidos den fruto a corto plazo.

El segundo punto es la competitividad. Es indispensable aumentar los ingresos del Estado haciendo que las empresas sean más competitivas. No se trata de buscar un proteccionismo local, sino que sus bajos costos y alta calidad les permita competir y llegar a nuevos mercados. Cuando una empresa crea mayor riqueza esto se traduce automáticamente en mayores ingresos fiscales y mayores plazas de trabajo. Recordemos que el sector privado es el mayor creador de empleo adecuado en el país, y en las empresas en que la acumulación de capital es mayor, crece también su capacidad de pagar mejores salarios y beneficios a sus empleados. Desafortunadamente, con la rigidez laboral actual y una carga tributaria excesiva, el subsidio al diésel se convirtió prácticamente en el único respiro que tenían ciertos industriales para competir internacionalmente. De eliminarse el subsidio (que sería lo ideal), ya que crea una competitividad irreal que distorsiona el mercado, se deberían simultáneamente tomar otras medidas: 1) Reforma laboral. Se debe facilitar la contratación de personal que hoy en día es muy engorrosa. Urge flexibilizar el mercado laboral no solo para bajar costos sino para que el empleo adecuado aumente. Se deben crear contratos por hora, por temporada, a plazo fijo, entre otros, de esta manera muchas de las personas que se encuentran actualmente en el subempleo o desempleo puedan acceder a un trabajo formal. Actualmente solo 4 de cada 10 personas de la población económicamente activa (PEA) tienen un empleo adecuado (un sueldo básico o más y afiliación a la seguridad social). 2) Reforma tributaria. Es imperiosa la necesidad de bajar impuestos. Es un gran avance escuchar a ministros hablar a favor de las importaciones, pero se necesita eliminar muchos aranceles que encarecen los costos de producción y hacen de este un país extremadamente caro para vivir. El Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) es un claro ejemplo que demuestra cómo un impuesto ha imposibilitado la entrada de nuevas inversiones al país.

3) Se debe agilizar la creación de nuevas compañías que permita el desarrollo de nuevos emprendimientos de una forma más eficaz. No olvidemos que donde la tramitología es excesiva, la corrupción abunda.

El Gobierno debe tomar decisiones fuertes y contundentes para que el sector privado logre crecer y generar así mayor riqueza en beneficio de todos. Esto es un trabajo en conjunto, donde tanto el sector privado como el sector público deben remar para el mismo lado y así convertir al Ecuador en uno de los países más competitivos de la región.

(O)