Assange es un hacker, pisoteó la soberanía del Ecuador, con Correa; cometió delitos en las elecciones 2016 gringas y cometería presuntamente en el 2017 en Ecuador, brexit, Catalunya…; y con Patiño subvirtió contra Moreno a pedido de Correa.

Assange nos dijo “país insignificante”, y la embajada de Ecuador en Londres fue de fiestas, y de búnker de la trama rusa. La nacionalización y el pretendido “rango diplomático” para sacarlo a Rusia fue ilegal, y folclórico con Espinosa. Lo que empezó mal termina peor, existe más affaire mundial, instituciones y ciudadanos atacados por legiones de hackers del mundo. El exdictador “mashi”, con descaro e impunidad, convirtió una cancillería en sucursal del siglo XXI.  Qué delictivo y enemigo de la democracia..., qué “guerra ciberelectromagnética”.(O)

Juan C. Cobo Rueda,
Quito