El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó el pasado miércoles la ley de seguridad informática, que prevé garantizar el funcionamiento de internet en ese país con servidores propios, admitiendo la posibilidad de desconexión rusa de la red mundial de internet bajo el argumento de la soberanía y en prevención de ataques cibernéticos y espionaje.

El sistema, que se ha anunciado entrará en vigencia en noviembre, comprende también la creación de un centro de monitoreo y control sobre las redes de comunicación de uso común, lo que ha llevado a activistas y opositores a advertir sobre un mayor riesgo de censura por parte de las autoridades, pues la ley podría llevar a “bloqueos arbitrarios”, “a facilitar un control estatal” y a una disminución del anonimato digital.

Las finanzas y el comercio generan tráfico informático transfronterizo que se canaliza por los grandes servidores internacionales, por lo que una potencia mundial como Rusia tal vez pueda lograr manejar un sistema dual.

Como si se tratara de una obra distópica, habrá que ver si las libertades sucumben ante el control absoluto en nombre de la soberanía. (O)