El Instituto Republicano Internacional (IRI) fue creado en 1983 producto del afán democrático del presidente Ronald Reagan. Su misión era la de abanderar la democratización de las instituciones nacionales del mundo.

Actualmente es una organización comprometida con el desarrollo de las democracias de más de 100 países. Sus acciones se enmarcan en tres grandes aristas: fortalecimiento de las relaciones entre ciudadanos y gobiernos, especialmente gobiernos locales; capacitaciones a servidores públicos para promover procesos y servicios de calidad; e incentivar a la ciudadanía a tomar parte en las actividades políticas.

El IRI está desarrollando en nuestro país el programa Mesas de trabajo por la transparencia, participación y seguridad ciudadana, cuyo objetivo es la construcción de administraciones municipales saludables y eficientes. Bajo este programa se están implementando mesas de trabajo en cinco ciudades. El objetivo de estas es lograr que diversos actores de la sociedad civil, sector público y empresas privadas identifiquen las principales problemáticas de la ciudad y luego propongan soluciones concretas.

En el caso particular de Guayaquil, las mesas de trabajo se están realizando en la Universidad Casa Grande. El ejercicio democrático ha resultado ser un éxito ya que el pluralismo mostrado por los participantes, ya sea por sus posicionamientos políticos, partidistas o ideológicos, han generado propuestas interesantes fruto del entendimiento mutuo. Lo que está prevaleciendo es su interés porque Guayaquil sea una ciudad próspera y sostenible.

Al priorizar las problemáticas de la ciudad, los actores resolvieron que plantearían soluciones a tres grandes temáticas: falta de educación, desempleo e inseguridad; insalubridad, falta de espacios deportivos y drogadicción; y pérdida de identidad de la ciudad.

Quizás, estos esfuerzos impulsados por organizaciones como el IRI son los que deberían ponerse en práctica a lo largo de las instituciones del Estado ecuatoriano. Conciliar ideas, buscar y alcanzar acuerdos que velen por el interés general deberían ser los pilares fundamentales sobre los que nuestros gobernantes ejerzan la nueva gestión pública.

La nueva gestión pública no es nada más que un modelo que reacciona antes situaciones inesperadas, que trabaja en ambientes dinámicos y desconocidos pero que involucra y pone en el centro de la gestión a los ciudadanos. En este, no pueden existir las famosas frases utilizadas frecuentemente en nuestras instituciones públicas como “se cayó el sistema” o “se acabó el papel”, porque se apunta a alcanzar la excelencia y específicamente a satisfacer los requerimientos ciudadanos.

A finales de este mes, contaremos con propuestas reales para resolver los problemas más prioritarios de la ciudad. La estrategia final será entregarlas a la Municipalidad de Guayaquil para que puedan convertirse en políticas públicas con verdadero impacto social. Lo más importante de este proyecto es que no solo el gobierno local será el encargado de la ejecución del mismo, sino que los actores proponentes tendrán la oportunidad de convertirse en los líderes de las iniciativas de cambio, de manera que como ciudadanos puedan aportar al desarrollo integral de la ciudad. (O)