Las corridas de toros fueron parte de la tradición quiteña por muchos años. Durante las fiestas de Quito fueron el máximo atractivo.

En el año 2011 se realizó una consulta popular en la que se dictaminó que en el cantón Quito y varios más del país se prohibía dar muerte a un animal durante espectáculos públicos. Esta permitía que continuaran las corridas de toros, pero sin dar la estocada final. Con esto la feria ícono de las fiestas Jesús del Gran Poder perdió impacto. La población está dividida en este aspecto, los argumentos a favor dicen que es una tradición que lleva más de 400 años y no se debía prohibir, además beneficiaba económicamente a organizaciones sociales; los argumentos en contra de la tauromaquia dicen que es inmoral matar un ser vivo para el placer de otros.(O)

Josué Camino Arias,

19 años, estudiante; Quito