Refiriéndome al lamentable crimen del profesor francés, y analizando las causas y efectos del porqué?, llego a la conclusión muy personal sin querer polemizar el tema, ¿por qué provocar?
Charlie Hebdo, periódico sensacionalista francés en el que la sátira es su estilo, se burla de forma tan ordinariamente grotesca del dios de los musulmanes o de cualquier otra religión, o personaje público como el papa Francisco. ¿Por qué defendemos este tipo de ‘libertad de expresión’? ¿Por qué provocar a los musulmanes seguidores de Alá, que por su dios son capaces de matarse? También reaccionaríamos, aunque no con el mismo ‘valor’ que ellos, si quisieran hacer lo mismo con nuestros santos católicos. Todo tiene su límite. Todo tiene causa y efecto. (O)
Alfredo Ludeña Valdiviezo, Samborondón