Las graves dificultades en las inversiones realizadas desde hace varios años por el Isspol con aportes de los miembros de la institución policial derivaron en que con falta de prudencia una ministra y hacedores de opinión poco informados arremetieran contra el Decevale, el depósito de valores privado, señalándolo como causante de una estafa y pidiendo su disolución.
La intención no prosperó, en tanto se percataron de la existencia de otros actores responsables y no tocados. La inversión de recursos en el mercado de valores es un proceso en el que actúan diferentes instituciones, agentes e instancias de gestión y de responsabilidad, iniciando por la toma de decisiones, estudio y selección de clientes, análisis de riesgos, que debieron realizarse a la luz de las normas y circunstancias del ambiente económico y financiero nacional e internacional, pero que no lo fueron. Si bien el impacto inicial fue de incertidumbre, afortunadamente los emisores e inversionistas siguieron confiando en el decevale, están recibiendo sus servicios con eficiencia y ética. Ahora que el Decevale enfrenta con nuevos bríos esta etapa de su vida, conviene: recapitalizar la compañía para hacer una modernización tecnológica y operativa acorde con los nuevos retos; vinculación funcional y tecnológica con similares depósitos de otros países y custodios globales que faciliten la movilidad internacional de los valores; fortalecimiento de los procesos, funciones, atribuciones, competencias y presencia institucional a nivel gerencial del decevale en Quito, incluyendo áreas legal y de apoyo tecnológico en la localidad. (O)
Gonzalo Fabián Albuja Chaves, economista, Quito