No se trata de un meme, sino de la cruda realidad política del Ecuador; país en soletas, del que no se compadecen tantos candidatos que aspiran a presidirlo ni los miembros de la Función Electoral. Es tal la degradación a la que se ha llegado que no interesan la calamidad económica ni sanitaria producto de la pandemia y la corrupción; importa solo el interés del más osado o del que más puede.

A un mes de que el pueblo acuda a las urnas, no hay certeza sobre la impresión de las papeletas, si se ratificará la destitución y multa de cuatro de los cinco vocales del Consejo Nacional Electoral (CNE) o si se postergarán las elecciones.

Está en segundo plano lo importante –si optamos por el socialismo del siglo XXI y lo que representa en Latinoamérica o despegamos con otro rumbo– y nos encontramos en ascuas por partidos que en su momento fueron dados de baja.

El partido Adelante Ecuatoriano Adelante (AEA) presentó, el 12 de agosto de 2020, como su candidato a la Presidencia del Ecuador al abogado y empresario Álvaro Noboa, a quien eligió en sus primarias, a pesar de que el CNE había ratificado dos días antes la cancelación del partido por no alcanzar el porcentaje mínimo de votos en dos elecciones pluripersonales consecutivas. Sin embargo, según el CNE, por existir un recurso pendiente en el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), la cancelación del partido aún no estaba en firme.

El viernes 21 de agosto se difundió la sentencia de Ángel Torres, juez del TCE, quien aceptó el recurso planteado por el director del partido, dejando sin efecto tres resoluciones del CNE, con lo cual el partido continuaba vigente.

Sin embargo, a la mañana siguiente –el sábado 22 de agosto–, a través de un video en sus redes sociales, Álvaro Noboa declinó su precandidatura en su sexto intento para llegar a Carondelet. Dijo: “Doy un paso al lado para que se forme una sola fuerza unida contra el mal y no fraccionar la fuerza de los que luchamos contra el bien”.

Con la sentencia publicada el 8 de septiembre, el TCE ratificaría la eliminación del AEA, que corrió con igual suerte que el Prian en el 2014.

En las cinco elecciones en las que aspiró a la Presidencia, los resultados de Noboa en primera vuelta fueron: en 1998, 26,6 %; en 2002, 17,4 %; en 2006, 26,8 %; en 2009, 11,4 %; y en 2013, 3,72 %. Antes, como ahora, ha insistido en que lidera las encuestas.

El 7 de noviembre, Noboa reapareció como candidato por el Movimiento Justicia Social (lista 11), de Pamela Martínez y Jimmy Salazar. Esta tienda política –que junto con otras tres agrupaciones mostraron irregularidades en las firmas que presentaron para registrarse, según la Contraloría, que recomendó al CNE su eliminación del registro electoral–, con apelación al TCE de por medio, realizó sus primarias el 20 de agosto y designó como candidato presidencial a Fabricio Correa, quien luego desistió, y el 7 de octubre, al cierre del proceso de inscripción, intentó inscribir a Carlos Cassanello. Ahora, Justicia social parecería pertenecer a Álvaro Noboa, quien este jueves declaró en rueda de prensa: Yo garantizo que estaré en la papeleta.

Le creí el 22 de agosto cuando dijo: “No busco nada para mí, busco todo para la nación”. Pero ahora, no entiendo. (O)