En Ecuador, el agro late con fuerza, pero muchos pequeños y medianos productores enfrentan barreras: mercados lejanos, precios volátiles y escasa visibilidad. Para cambiar ese panorama, la Alianza Agropecuaria Ecuatoriana presentó un sorteo que, más allá de premios, genera un fondo destinado a promocionar y comercializar directamente los productos del campo.

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Cada boleto vendido impulsa un modelo sostenible: las recompensas provienen de los propios agricultores, quienes ofrecen desde canastas de frutas hasta quesos artesanales. Así, el comprador no solo participa en un sorteo, sino que conoce de primera mano la calidad y diversidad de la producción nacional, mientras los productores comparten costos y ganan presencia.

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La mirada a futuro va más allá del sorteo: se proyecta una plataforma continua de venta directa, donde los consumidores accedan a productos frescos y los agricultores obtengan precios justos. Porque el fortalecimiento del sector agropecuario nace tanto de políticas públicas como del compromiso ciudadano con la Alianza Agropecuaria Ecuatoriana. (O)

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Anthony Steven Ramia Mantilla, Tabacundo